«El juzgado percibió en la víctima los ecos emocionales del terror padecido por la persecución de la que era objeto». Lo destaca en su sentencia la Audiencia Provincial de Murcia, al confirma la sentencia de un juzgado que condenó a un hombre a un año de cárcel por acosar durante meses a su novia para que volviese con él.

«La llama y le envía de manera incesante mensajes vía WhatsApp, se persona en su domicilio tocando constantemente el timbre, personándose también en su trabajo», se detalla en el relato de hechos probados. Fue condenado por «coacciones leves en el ámbito de la violencia de género», se lee en la resolución judicial. No podrá acercarse a su víctima durante dos años, ni comunicarse con ella por método alguno. Si lo hace, incurriría en un quebrantamiento de condena y podría acabar en la cárcel.

El sujeto recurrió y pidió a la Audiencia que lo absolviese. El tribunal, al desestimar su petición, recuerda que este individuo admitió haber ido varias veces al trabajo de su ex (es enfermera en un hospital de Murcia), a darle regalos y hasta una empanadilla «por si no hubiera comido». También reconoció que en un solo día le mandó hasta 47 mensajes de WhatsApp, sin que ella contestase a ninguno. También admitió que fue a casa de los padres de la mujer (con los que ella se había mudado a vivir), logró que ellos le abriesen la puerta, entró en la habitación de la víctima, que dormía, la besó en la mejilla y se fue. Asimismo, contó que una vez se coló en el garaje tras ella.

El sujeto alegó en su defensa que está «loco de amor», a lo que la Audiencia le responde que no, que se trata de «un acosador que no entiende lo que es el amor, ni el respeto, ni la necesidad de salvaguardar la libertad y seguridad de la persona que ha decidido seguir su vida sin él». Y añade que, si la víctima no bloqueó el número de este acosador, fue por «la cada vez más elevada espiral de temor que le infundía».