La apertura de un nuevo centro de 'menas' (menores extranjeros no acompañados) en la pedanía murciana de Santa Cruz ha puesto a los vecinos en pie de guerra, quienes han comenzado a movilizarse para pedir el cierre de las instalaciones que ya llevan funcionando dos semanas.

El nuevo centro ha sido levantado por la Fundación Antonio Moreno, que ya tenía dependencias alquiladas en otros municipios y que con esta obra busca tener unas instalaciones propias de las que ya se han construido los primeros módulos, con la previsión de seguir creciendo en espacio.

La Consejería de Familia acoge esta mañana una reunión en la que estarán presentes representantes vecinales, el pedáneo de Santa Cruz, Pedro Sánchez; miembros de la Fundación Antonio Moreno; así como el secretario general de la Consejería, Manuel Marcos Sánchez; y la directora general de Familia, Miriam Pérez. Este encuentro se celebra con el objetivo de apaciguar los ánimos, ya que hay una gran oposición vecinal a que este nuevo centro de 'menas' siga funcionando.

Desde la Administración aseguran que la Fundación Antonio Moreno cuenta con todos los permisos de la Comunidad para poner en marcha estas nuevas instalaciones en Santa Cruz y por las que la Consejería de Familia les paga una cantidad económica en función del número de menores inmigrantes que sean atendidos allí. "La construcción de este centro estaba anunciada y se había comunicado al propio pedáneo, por lo que no se puede decir que hayamos ocultado nada", afirman desde Familia. Además, insisten en que en estas instalaciones se atienden a menores, no a delincuentes, "son menores que están bajo el servicio de protección, no de reforma".

20 menores trasladados

Durante estas dos semanas ya se han trasladado al nuevo centro de 'menas' de la pedanía murciana de Santa Cruz una veintena de menores inmigrantes procedentes de otros puntos de la Región y está previsto que a medida que avanzan las obras de los nuevos pabellones llegue a tener capacidad para un total de 73 menores.

En la Región de Murcia existen un total de 12 centros que acogen a menores inmigrantes no acompañados y la Administración atiende a unos 200, de ahí que desde la Comunidad Autónoma se quiera lanzar "un mensaje de tranquilidad a los vecinos, ya que tenemos la obligación de proteger a estos menores como a cualquier otros". En las instalaciones se cuenta con un equipo de profesionales que son quienes se encargan de atenderlos, ayudándoles con el idioma, la educación y la cultura y se encuentran bajo su tutela.