Un hombre de 34 años, Jonny Epifanio S. A., ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Murcia a penas que suman ocho años de prisión por violar a una mujer en un piso y grabar la agresión con el móvil.

Los hechos que se consideran probados tuvieron lugar en un piso de la capital murciana en verano del año 2013. Era la casa de una amiga común de víctima y agresor. Antes del ataque, cenaron todos juntos. Se les hizo tarde y se quedaron a dormir.

La agresión se produjo cuando la víctima estaba durmiendo. El hombre la abordó en la cama y la despertó, con intención de tener sexo con ella. Ella dijo que no.

«Pese a que ella le dijo ‘no quiero’ en diferentes ocasiones, mientras se quejaba y expresaba dolor, él continuó insistiendo, y, reduciendo la oposición de ella que intentaba quitárselo de encima empleando las manos para empujarlo en el muslo, mientras le decía ‘no’, le introdujo el pene vaginalmente, continuando la mujer hablándole en tono suplicante, para que parase. Él, sin hacerle caso, continuó realizando movimientos pélvicos de penetración, rápidos y fuertes, sin atender a los gestos de dolor que expresaba la mujer , cambiándola de posición, levantándole más las piernas, y llegando a girarla en la cama, mientras le decía ‘mira, vamos a hacer una cosa’, apartándose él para ponerla a ella de manera que se vieran tanto los genitales de ella como los de él desde la posición en la que, previamente a iniciar el acto, el hombre había colocado su móvil, con el que estaba procediendo a la grabación de cuanto estaba sucediendo, sin que ella conociera que estaba siendo grabada», apunta la sentencia.

Cuando la violó, el sujeto se colocó «frente a la cámara del móvil, haciendo un gesto de fuerza doblando el brazo derecho como sacando músculo, repitiendo, seguidamente, el mismo gesto con el pulgar hacia arriba, para decir después: ‘colorín colorado el cuento se ha acabado’», detalla el relato de hechos probados.

Este vídeo en cuestión lo encontró la Policía en el marco de una operación contra la trata de seres humanos con fines de explotación laboral y el favorecimiento de la inmigración ilegal. Y es que este sujeto también es sospechoso de dedicarse a traer a la Región a chicas desde Nicaragua (su tierra natal) y aprovecharse de su situación de penuria económica para explotarlas. Le buscaba trabajo como empleadas del hogar, pero contraían una elevada deuda con él. Lo que hacía entonces el individuo, presuntamente, era amenazar a estas mujeres con colgar en Internet vídeos suyos de encuentros sexuales. Les hacía chantaje.

En casa de este sujeto, la Policía Nacional encontró material pornográfico de decenas de afectadas. Y les llamó la atención el vídeo de esta víctima: se veía claramente que se estaba produciendo una violación.

En el vídeo en cuestión «él busca la mejor postura para él, y, sobre todo, para satisfacer su deseo sexual y que el acto quedara grabado, bien grabado, como lo demuestra la mirada a cámara que realiza sonriendo, o los gestos de fuerza con el brazo, o el cambio de postura de ella, el aumento en la fuerza y en la rapidez de las penetraciones y movimientos, a pesar de los llantos y quejas de ella», apostilla la Audiencia Provincial en su sentencia.

Además «claramente la está cosificando, tratándola como un objeto, una cosa, moviéndola hasta adoptar diferentes posturas que no solo favorecían la penetración sino que favorecían la grabación de ésta, y todo ello desarrollado durante siete largos minutos», remarca el tribunal. Además de la pena de cárcel, y de abonar una multa de 3.240 euros, Jonny Epifanio S. A. no podrá acercarse a su víctima durante siete años.

Por otro lado, un chico de 24 años y una pareja de 33 y 32 años han sido detenidos en el municipio de Murcia por un caso de violencia de género y otro por violencia doméstica, el primero en Nonduermas y el segundo en El Palmar, según fuentes municipales. En el primer caso, la intervención de varias vecinas que observaron lo que sucedía hicieron que el agresor cesara en su actitud.