Los concejales del equipo de Gobierno municipal tienen que conocer el proyecto de las Terrazas del Río al dedillo, ya que ha pasado hasta en dos ocasiones por la reunión semanal de la Junta de Gobierno. La primera fue el pasado mes de septiembre de 2018, cuando se dio el visto bueno al proyecto para que saliera a licitación. Sin embargo, éste no pudo ir a contratación debido a un recurso de los licitadores que ha obligado a hacer una moficación técnica.

El concejal de Urbanismo, Medio Ambiente, Agua y Huerta, Antonio Navarro Corchón, asegura que se trata de un cambio insignificante, pero era necesario para que el proyecto siguiera su curso. De ahí, que se haya tenido que retocar el pliego de condiciones y ayer el proyecto volviera a pasar por Junta de Gobierno. Las Terrazas del Río pretende crear un parque arbolado de 4.200 metros cuadrados de superficie y una zona de ocio con acceso peatonal a la mota del río junto al Puente de Hierro desde el Jardín Chino.

Esta actuación es la más destacada del proyecto Murcia Río y prevé la apertura del cauce a la ciudad eliminando 50 metros lineales del actual muro de mampostería que tiene la función de presa para contener el agua en el caso de una avenida por lluvias torrenciales (a final de 2016 se produjo la última gran tormenta que hizo subir el nivel del río a su paso por la ciudad, dejándolo sólo a un palmo de saltar el muro). No obstante, el proyecto del Ayuntamiento cuenta con el vistobueno de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS).

Desde el Consistorio insisten en que el objetivo es recuperar la relación histórica que mantuvieron la ciudad y el río Segura en el pasado, devolviéndole el protagonismo que con los años fue perdiendo, especialmente desde que a mediados del siglo pasado se efectuó su encauzamiento a su paso por el casco urbano para evitar inundaciones, lo que conllevó el confinamiento de la lámina de agua entre los dos muros de mampostería que hoy configuran su imagen urbana.

Hasta entonces, el cauce disponía de un ancho mucho mayor, llegando, en la zona del Puente de Hierro, hasta los límites de la actual calzada de Teniente Flomesta. Este muro, a pesar de disponer de escaleras de acceso al cauce, ha separado definitivamente al ciudadano del contacto directo con la lámina de agua.

Terrazas voladas

El proyecto que se plantea ahora, que cuenta con un presupuesto máximo de 3,7 millones de euros y un plazo de ejecución de un año. Con la apertura del muro a la altura del antiguo Hospital de Cruz Roja se restaurará el talud natural que históricamente ocupó el desaparecido Parque de Ruiz Hidalgo, generando un acceso peatonal directo que conectará con el canal en esa zona mediante unas grandes gradas escalonadas de madera y dos pantalanes para embarcaciones. Voladas sobre el cauce se proyectan unas terrazas en las que se ubican zonas de estancia y observación, así como un kiosco bar que dé servicio a esta zona.