Desde hace más de treinta años la empresa Campounión viene desarrollando su actividad de manipulación y comercialización de hortalizas y cítricos en fresco en la pedanía murciana de Beniaján sin tener licencia de actividad. Pero este no es el motivo por el que el fiscal superior de Murcia, José Luis Díaz Manzanera, ha abierto una investigación, sino por los ruidos denunciados por uno de sus vecinos, quien asegura sufrir problemas psicológicos derivados de las molestias ocasionadas por los camiones que acceden a la empresa para hacer los trabajos de carga y descarga de la mercancía.

La primera licencia de actividad fue solicitada por los responsables de la empresa en el año 1983, comenzando su actividad como Fruca SA en 1985 y hasta 1992. La licencia fue denegada en su día por encontrarse en ese momento los terrenos calificados como zona 11, agrícola de interés. A partir de 1992 la empresa continuó con su actividad bajo la denominación de Sociedad Agraria de Transformación 9157 Campounión y así prosiguió hasta 2003. Mientras tanto, en 1996 pretendió regularizar de nuevo la situación de ilegalidad en la que se encontraba, presentando la solicitud de licencia y proyecto. Licencia que tampoco fue concedida.

La empresa ha seguido desarrollando hasta la actualidad la misma actividad de manipulación de productos hortofrutícolas que llevaban a cabo las dos anteriores sin la necesaria licencia de actividad ya como la mercantil Campounion Selección SL. Así se detalla en las alegaciones a las que ha tenido acceso LA OPINIÓN y presentadas en febrero de 2015 ante Urbanismo por Juan Antonio Martínez, representante de Campounión, al recibir la notificación de un decreto del Concejal de Urbanismo del inicio de un expediente sancionador por carecer de licencia de actividad.

En las alegaciones la empresa solicitó que se le aplicara el régimen sancionador más favorable porque estaba acreditado que «la Administración era conocedora de que venía prestándose la actividad sin contar con la preceptiva licencia de apertura».

Denuncia vecinal

Sin embargo, el motivo que ha llevado a Campounión a que la Fiscalía abra diligencias de investigación no ha sido su actividad empresarial al margen de la normativa urbanística sino las molestias denunciadas por Antonio Martín, vecino de Beniaján que ha denunciado de forma reiterada los ruidos que genera esta actividad industrial y que considera que sobrepasa los niveles máximos recogidos en la normativa.

Martín explica que lleva alertando de esta situación desde hace años y que llama continuamente a la Policía Local para denunciar los ruidos y que se hagan las mediciones oportunas. Sin embargo, se queja de que sólo se haya multado en alguna ocasión a la empresa desde el Ayuntamiento de Murcia con sanciones leves, como la aprobada en el Pleno de septiembre de 2015 de 601 euros por superar el límite de emisión de ruidos, «sin tener en cuenta que no tiene ni licencia de actividad».

Este vecino dice que lleva años denunciando esta situación en el juzgado de guardia, «pero no ha sido hasta ahora cuando la Fiscalía ha decidido investigarlo» ordenando tres mediciones de ruido. La primera ha dado resultado negativo, en la segunda sí que se superaban los valores máximos permitidos y queda pendiente de hacer la tercera. Este afectado confía en que «por fin se haga justicia con este asunto», afirma.