El presidente de la Real, Muy Ilustre, Venerable y Antiquísima Archicofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, Carlos Valcárcel, ha mandado una misiva a sus nazarenos para informarles «de la novedad que afecta al itinerario de la misma, según acuerdo adoptado en junta directiva, dando traslado del mismo al Cabildo Ordinario celebrado el último domingo del pasado mes de enero», tal y como se lee en la citada carta, que han recibido los cofrades, y a la que ha tenido acceso este periódico.

Valcárcel explica que «desde hace varios años veníamos percibiendo que el paso de la procesión de Miércoles Santo por las plazas de Santa Catalina y las Flores enturbiaba la atmósfera que, a nuestro juicio, se debe respirar en un cortejo penitencial». En este sentido, señala que «la proliferación de bares y terrazas en las referidas plazas, repletas de personas cenando a la hora en la que nuestra procesión discurre por las mismas, nos hizo reflexionar acerca de la oportunidad y conveniencia de seguir procesionando por tales plazas».

Se refiere a una de las zonas más concurridas de la capital murciana, no solo en Semana Santa y Fiestas de Primavera. Es habitual que murcianos y visitantes se den cita en las terrazas de Las Flores y Santa Catalina, a tomar una cerveza y una tapa. Algo que, en opinión de Valcárcel, no es precisamente lo más adecuado cuando está desfilando un cortejo que recuerda la Pasión.

«A mí, personalmente, me chirriaba ver al Cristo pasando por el centro de un interminable comedor repleto de comensales, muchos de ellos ajenos al drama», subraya el presidente de la cofradía de Los Coloraos, que tiene al Cristo de la Sangre de Nicolás de Bussy como titular.

Valcárcel deja claro que no tiene «nada que reprochar, faltaría más, a estas personas que, en uso de su derecho, pueblan los bares y terrazas de las plazas al paso de la procesión». «Pero también, en uso del nuestro, tenemos la obligación de crear un clima acorde con lo que cada uno de los cofrades representa en esa catequesis viva de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo», asevera.

De ahí el cambio de itinerario, argumenta. «Por todo ello, al llegar la procesión a la plaza de San Bartolomé, continuará por la calle de la Sociedad, plaza de Puxmarina, Madre de Dios, cruzando la Gran Vía hacia calle Pascual, e incorporar la misma a la calle Jara Carrillo para continuar con el tradicional recorrido hasta la Arciprestal de Nuestra Señora del Carmen», enumera Valcárcel. El cambio no gusta a todos: algunos nazarenos mostraron su malestar a este diario.

«Con este cambio de itinerario, queremos conseguir ese clima de recogimiento tan necesario en todos los cortejos penitenciales, tanto para quienes los presencian como para quienes participamos en ellos», hace hincapié.

El 3 de abril, el Cabildo de Cofradías presentará su Cabildillo, una guía donde vienen todos los itinerarios de las procesiones.