Localidades como Cabezo de Torres y, más recientemente, Beniaján ya son cuna del Carnaval de forma indiscutible. Año tras año, las máscaras, las plumas y la purpurina se adueñan de sus vías, como antesala de la Cuaresma y la Semana Santa, tan esperada por los devotos. Otra población murciana, Puente Tocinos, quiere que también se la conozca por el homenaje que, al aire libre, realizan sus vecinos a la deidad de la alegría y el jolgorio. Así, como tributo al dios Momo, la localidad salía este sábado a la calle para dedicar la jornada entera al disfrute.

Música y maquillajes reinaron en una actividad que arrancaba a las once de la mañana, con un pasacalles carnavalero. Después de comer, con la sobremesa en marcha, comenzaba el gran desfile, que partía desde la Plaza Miguel Ángel Blanco. Lo hacía al son de Un poco loco, la canción de la película Coco, con la que grandes y pequeños, disfrazados de personajes de la cinta, danzaron en la calle. Y el pueblo se llenó de catrinas, la calavera mexicana, con su estola de plumas, que hace burla tanto a los vivos como a los muertos. Como colofón, el concurso de coreografías, que se celebró en el recinto festero de la localidad.

La Junta Municipal de Puente Tocinos se encargó de la organización de la fiesta.