Vehículos policiales, fusiles de asalto y un dispositivo de más de cincuenta agentes de la Guardia Civil tomaban ayer, de nuevo, el barrio del Espíritu Santo en Espinardo en una operación contra la producción y venta de sustancias estupefacientes. A las cuatro de la mañana de ayer se comenzaba a fraguar una importante operación policial de la Benemérita que tomaba la calle Pizarro, junto al pabellón polivalente del barrio murciano, para llevar a cabo una redada que se ha saldado con dos detenidos por posesión de marihuana y producir y recolectar esta sustancia. En concreto, a los arrestados se les ha encontrado en cuatro pisos ubicados en Espíritu Santo un total de 200 plantas de marihuana, junto al material necesario para su cultivo, así como balanzas de precisión digitales que podrían haber sido utilizadas para dosificar esta droga y continuar así con su posterior venta, algo que ya está investigando la Guardia Civil, según han informado fuentes cercanas al caso.

Los detenidos, una pareja vecina del barrio de Espinardo, son un hombre de 37 años y una mujer que fueron arrestados en un edificio de la calle Pizarro. El hombre responde a las iniciales F. F. A. y su pareja M. M. A.

La investigación de la Benemérita comenzó hace tiempo tras detectar un elevado consumo eléctrico en estos cuatro pisos registrados. Precisamente ayer técnicos de la compañía eléctrica Iberdrola acompañaban a los agentes en los registros de las viviendas, donde se constató que los arrestados se habían 'enganchado' ilegalmente la luz para poder emplear lámparas y ventiladores dentro de los pisos donde cultivaban la marihuana. Estos electrodomésticos, junto a un aire acondicionado, fueron incautados por los agentes tras el registro de uno de los pisos en la calle Pizarro.

Tensión vecinal

La fuerte presencia policial estaba más que justificada ayer por la mañana. No es la primera vez que los investigadores y los agentes de la Unidad Especial de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (USECIC) de la Guardia Civil tienen que hacer frente a la tensión vecinal que se crea en la zona, ya sea por la propia presencia policial como por amigos o familiares de los detenidos que abroncan e insultan a los agentes.

Los agentes del Usecic fueron quienes controlaron ayer la zona donde hubo registros en el barrio del Espíritu Santo y, ante la previsión de una fuerte presencia de vecinos que pudieran dificultar las labores de investigación, el dispositivo que se conformó fue grande. Tras transcurrir unas horas de la redada, este operativo se fue disolviendo ante la calma de las decenas de vecinos que se congregaron tras el cordón policial, que tuvo algunos momentos de tensión con gritos de apoyo y ánimo a los detenidos.