Miguel Ángel López, presidente de Murcia en Bici, resalta que una de las demandas de quienes se mueven en bicicleta por la ciudad es «que en los centros de trabajo se considere la posibilidad de dejar la bicicleta en el interior en vez de dejarla en la calle». «Aunque sea en cualquier cobertizo», subraya, para incidir en que, si las empresas permitiesen a sus empleados dejar el vehículo a pedales dentro, se reducirían bastante los robos que ahora hay.

López destaca que, debido a la ola de sustracciones de bicis, desde su colectivo, «pedimos una reunión con el delegado del Gobierno en Murcia (el socialista Diego Conesa) para tratar el tema», pero que «no nos contesta». Quieren pedirla de nuevo.

Sí les recibió, apunta, la edil de Seguridad de Murcia, Mª Dolores Sánchez Alarcón, con quienes hablaron de la oleada de robos a raíz de citarse por el caso de una chica «a la que denunciaron por llevar al niño en el asiento delantero de la bici», un asunto del que, señalan desde la asociación, darán más datos en breve.

Y es que «candados de cierta seguridad, ya los están abriendo», lamenta el presidente de Murcia en Bici, que también pone el acento en las «bandas que roban bicicletas para darle salida fácilmente en el extranjero», hace hincapié.

Problemas con el depósito

A Miguel Ángel López, por otro lado, le gustaría que hubiese «más sensibilidad» por parte de algunos policías, ya que «a algunos usuarios les han dicho 'vete a tal barrio' a ver si encuentras tu bici». Barrios como San Andrés y La Paz, en la capital murciana.

Además, el presidente del colectivo se refirió al «biciregistro», y dijo que por Internet «puedes acceder al depósito de los diferentes ayuntamientos, para ver si está tu bici allí». En este sentido, López asegura que «no hay ninguna bici colgada por parte del depósito de Murcia». «¿Qué pasa? ¿No se están robando bicis en Murcia? Porque las únicas colgadas son de 2015», asevera.

Los usuarios de Murcia en Bici lo que hacen es, mediante las redes sociales del colectivo, compartir fotos de las bicicletas que les han robado, para ver si alguien las reconoce en alguna parte. Los robos, insiste López, son algo «continuo».