El nuevo modelo de transporte en el que está trabajando el Ayuntamiento de Murcia para asumir la competencia en exclusiva del autobús, cuyas rutas interurbanas pasarán de la Administración regional a la local a final de este año, tiene como objetivo sacar del centro de la ciudad el mayor número posible de autobuses. Así lo ha explicado el concejal de Hacienda, Contratación y Movilidad Urbana, Eduardo Martínez-Oliva, que ayer mantuvo una reunión con el resto de grupos municipales para trasladarles el borrador del contrato de asistencia técnica para el nuevo modelo de transporte a implantar en el municipio.

El edil indica que este contrato que saldrá a licitación «está dirigido a consultoras, que son las que harán un estudio sobre el terreno para conocer las zonas de más tránsito, la situación del transporte, la demanda ciudadana y las características de cada zona del municipio». Con esta información y basándose en los criterios que marquen los expertos es cuando saldrá a licitación el 'macrocontrato' para el transporte de autobús en el municipio de Murcia, un servicio que quedará en manos de una única empresa y no como hasta ahora que está dividido entre Transportes de Murcia ('los Coloraos') para los desplazamientos urbanos y LAT (autobuses amarillos) para los interurbanos con pedanías.

Martínez-Oliva adelanta que la idea es que por el centro de la ciudad se establezcan tres o cuatro rutas internas y que en las afueras haya una decena de intercambiadores a los que llegarán los usuarios que se desplazan desde pedanías o barrios de la periferia para hacer transbordo y poder entrar en Murcia. «Reduciremos las tarifas y necesitamos nuevos recorridos que sean más eficientes eliminando duplicidades que se producen ahora como que los urbanos e interurbanos paren en los mismos sitios», insiste el concejal, quien se muestra tajante al decir que «el trasiego de autobuses por la Gran Vía se tiene que acabar, hay que buscar el beneficio del transporte público pero también del peatón».