Dos varones, de no más de 30 años de edad y con acento murciano. Es la descripción que testigos y víctimas dan de los dos individuos que asaltaron en la madrugada de ayer un salón de juego en Cabezo de Torres, explican fuentes cercanas a la investigación.

El suceso tuvo lugar poco antes de la medianoche del Día de San Valentín, en un negocio de la citada población. Llamaron al timbre y el camarero abrió. Pero no era un cliente al uso: eran dos amigos de lo ajeno que iban armados.

De esta manera, en el establecimiento entraron dos sujetos, vestidos de negro, que cubrían sus rostros con cascos de moto. Es el mismo método que empleaban aquellos atracadores de gasolineras del litoral murciano a los que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad arrestaron hace apenas unos días. En vez de capucha o pasamontañas, casco.

Uno de los individuos sacó una pistola. Por lo poco que hablaron, los testigos tienen claro que no eran extranjeros: eran murcianos. El que llevaba el arma de fuego (que los testigos no saben si era real o simulada) se acercó a uno de los empleados del local y le introdujo la pistola en la boca. Luego apuntó en dirección a los clientes que en aquel momento había dentro, tal y como informaron fuentes cercanas al caso.

Estas personas, al verse amenazadas, echaron a correr hacia la zona de las máquinas, y entre ellas se intentaron refugiar. Los atracadores, mientras tanto, se centraron en buscar el dinero. Para lo cual no dudaron en emplear la violencia. Durante el asalto, los ladrones arremetieron físicamente contra uno de los camareros. En concreto, le dieron con la culata de una pistola y le hirieron en un brazo. También le golpearon y, poniéndole la pistola en la cabeza, lo obligaron a abrir la caja.

El botín que lograron llevarse no ha sido precisado. Lo que sí se sabe es que, en menos de cinco minutos, consiguieron hacerse con la recaudación de la caja y forzar una tragaperras.

Antes de irse, volvieron a tomarla con el camarero en cuestión: lo tiraron al suelo y le quitaron el teléfono que llevaba.

Se da la circunstancia de que, una noche antes, dos sujetos de modus operandi y apariencia similar asaltaron otro salón de juegos, esta vez ubicado en El Ranero, añaden las mismas fuentes.

De los casos se ha hecho caso el Instituto Armado, que procede ahora a ver las grabaciones de las cámaras de seguridad en busca de pistas que permitan a los investigadores identificar y posteriormente detener a estos ladrones.