Los responsables de la gestión de Cañada Hermosa tienen previsto duplicar este año la superficie de la planta de secado de lodos, donde son tratados los restos procedentes de las estaciones depuradoras de aguas residuales de Murcia. En el año 2018 se trataron en estas instalaciones más de 18.700 toneladas de residuos y con la ampliación se espera llegar a las 40.000 toneladas.

El objetivo principal de esta planta es lograr una reducción de la masa entre un 60 y un 80 por ciento, obteniendo así un producto biológicamente más estable, con mínimo contenido de agua, sin olor y apto para mejorar el proceso de compostaje posterior. Esta planta representa una clara apuesta por las energías renovables, ya que funciona con energía solar, aprovechando también el calor residual de los motores de biogás.

Para este año 2019 está prevista también una ampliación de la planta de compostaje, añadiendo un cuarto reactor para el tratamiento de la materia orgánica recuperada. Esta planta tendrá una capacidad de 55.000 toneladas al año.