Los trabajos arqueológicos que se han desarrollado a los pies de la ladera de Monteagudo han sacado a la luz restos de una necrópolis íbera del pueblo que vivió y trabajó en estas tierras entre los siglos IV y I a. C. «Hemos podido identificar una necrópolis que se ha mencionado en numerosa bibliografía, pero de cuya ubicación no se tenía ninguna constancia hasta ahora», asegura Consuelo Martínez, una de las arqueólogas que forma el equipo que ha trabajado en esta zona y en el que también se integran Luis García y Carmen Martínez (esta última arqueóloga municipal).

En este espacio han hallado restos de cenizas de las cremaciones, así como fragmentos de urnas y cerámica que podía corresponder a los ajuares con los que se enterraba a los difuntos.

En los pueblos íberos el ritual funerario consistía en la cremación del cadáver, cuerpo que se solía depositar sobre un montón de leña. Cuando los restos eran reducidos a cenizas, los huesos que quedaban se introducían en vasijas de cerámica (de las que han aparecido restos) y se depositaban junto a objetos de ajuar, armas o adornos personales.

Precisamente, este descubrimiento es una de las zonas del futuro parque arqueológico medieval 'Las fortalezas del rey Lobo' que podrán disfrutar murcianos y visitantes cuando el proyecto, presentado ayer por el alcalde de Murcia, José Ballesta, en el Centro de Visitantes de Monteagudo, sea una realidad.

El parque 'Las fortalezas del rey Lobo' estará integrado por 150 enclaves patrimoniales en torno a las fortalezas del Castillo de Monteagudo, el Castillejo, el Castillo de Larache y el de Cabezo de Torres, un itinerario paisajístico, natural y arqueológico único que tendrá una extensión de más de 1,5 millones de metros cuadrados en forma de media luna. En él han aparecido cuatro yacimientos arqueológicos nuevos, que vienen a sumarse a los diez ya existentes, según Consuelo Martínez, quien incide en que la secuencia arqueológica del sitio histórico de Monteagudo nace en la prehistoria, con los poblados calcolítico y argárico, poblados que ocuparon hace 4.500 años la ladera sur del cerro de Monteagudo.

Los trabajos se han centrado en un terreno de 150 hectáreas en las que se han podido documentar nuevas evidencias arqueológicas por etapas, catalogando bienes inmuebles y los elementos etnográficos, al tiempo que se ha documentado la red hídrica y los caminos históricos.

El pasado verano se retomaron las excavaciones en la almunia del rey Lobo, en el entorno del Castillejo de Monteagudo, bajo la dirección del arqueólogo Julio Navarro. Estas excavaciones están sacando a la luz la almunia o finca de recreo que disfrutaba Ibn Mardanish en la Murcia del siglo XII, recuperando los jardines, albercas y acequias y estructuras de la finca.

Al nivel de la Alhambra

En su intervención, José Ballesta destacó que «Monteagudo es uno de esos lugares clave para entender cómo fuimos los murcianos del pasado y quiénes somos hoy. Este conjunto patrimonial no es solo un emblema cultural y paisajístico de nuestro municipio, es un foco de riqueza histórica y patrimonial único en el Mediterráneo español». Además, incidió en que las excavaciones arrancaron a la vez que las de la Mezquita de Córdoba y la Alhambra de Granada y lamentó cómo están en la actualidad unas y el otro, asegurando que «es el momento de sacar adelante los proyectos que no han florecido aún».

Declarado Bien de Interés Cultural con categoría de Sitio Histórico, el entorno de Monteagudo y Cabezo de Torres ha sido lugar de asentamiento de numerosas civilizaciones. Fue uno de los emplazamientos más influyentes del Levante y lugar de residencia de Alfonso X el Sabio y el rey Lobo.

'Las fortalezas del rey Lobo' permitirá crear un itinerario natural y arqueológico único en España con 20 kilómetros de caminos y sendas peatonales y ciclables y más de 100.000 árboles y vegetación autóctona de la huerta, un espacio donde contemplar in situ las excavaciones arqueológicas que van a prolongarse durante las próximas décadas.

El parque arqueológico gira en torno a cuatro elementos estratégicos: la recuperación de las cuatro fortalezas que componen el entorno (el Castillo de Monteagudo, de propiedad Estatal; el Castillejo, privado y que será expropiado; el Castillo de Larache, de la Comunidad Autónoma; y el de Cabezo de Torres). También se prevé la rehabilitación y visibilización de los más de 150 enclaves arqueológicos existentes en la zona (yacimientos ibéricos y argáricos, calzadas y restos romanos, castillos, torres y fortalezas medievales, albercas islámicas, y aljibes). Otro eje será la recuperación de las infraestructuras de riego y almacenamiento de agua y, el cuarto, será la puesta en valor de caminos históricos como Senda de Granada, Camino Mundo Nuevo, Camino del Collado, Camino del Castillo de Larache y Camino de la Almazara.

El acto contó con numerosos colectivos y vecinos, contó también con las intervenciones de la consejera de Turismo y Cultura, Miriam Guardiola, y el subdirector de coordinación de Urbanismo del Ayuntamiento de Murcia, Jesús López.

Recuperación de los edificios

El alcalde de Murcia, José Ballesta, destacó ayer que el fin es recuperar las cuatro fortalezas que estarán integradas en el parque arqueológico para que sean visitables por los ciudadanos. Tanto el Castillo de Monteagudo (con una superficie de 5.000 metros cuadrados) como el Castillejo (fortificación estratégica donde estaba la corte del rey Lobo y recreada en las imágenes), el Castillo de Larache y el de Cabezo de Torres. Cuatro fortalezas que estarán unidad por un itinerario que contará su historia.