La Universidad de Murcia (UMU) celebró ayer la festividad de Santo Tomás de Aquino con la entrega de los premios extraordinarios fin de grado, premios extraordinarios de doctorado, las medallas a la dedicación universitaria y con la investidura de los nuevos doctores. Un acto en el que hubo momentos de emoción, como al recordar al catedrático de Análisis Matemática, Bernardo Cascales, fallecido el año pasado; y en el que también se apeló a la educación inclusiva.

También se reconoció «la labor de trabajo incansable» de los profesionales que, desde todos los ámbitos, llevan 25 años trabajando para la Universidad de Murcia.

Pilar Arnáiz Sánchez, doctora en Pedagogía y catedrática de Didáctica y Organización Escolar de la UMU, fue la encargada de pronunciar la lección magistral, y durante la misma consideró que «educar con equidad y justicia» es un compromiso ineludible del siglo XXI. Eso exige que se garantice una «educación inclusiva» y que escolares con todas las capacidades convivan en las mismas aulas, sin distinción en la organización de la escolarización. Y para ello, dijo, es necesario reformar la educación para que haya un único modelo educativo.

Arnáiz defendió que alcance a las universidades, pero «no es suficiente garantizar el acceso a los estudios», destacó, sino que hay que garantizar los medios para evitar el abandono y favorecer que consigan el éxito académico. Para ello, concluyó, es vital formar al profesorado universitario.

Sentimiento de pertenencia

Por su parte, José Luján, rector de la UMU hizo especial hincapié en ese sentimiento de pertenencia a la Universidad de Murcia.

«La fortuna para muchos de nosotros es haber podido desarrollar nuestra carrera profesional en sus aulas, pasillos, salas, despachos y laboratorios, sumando nuestra pequeña aportación a la de tantos y tantos compañeros y amigos para hacer de 'nuestra casa' una universidad mejor al servicio de la sociedad a la que nos debemos», subrayó el rector de la UMU.

El momento más emotivo se vivió con la entrega del premio 'José Loustau al Espíritu Universitario y valores humanos', que este año el Consejo Social ha recuperad , tras unos años de paréntesis, otorgándolo a título póstumo a Bernardo Cascales. Con todo el salón de actos en pie, su viuda, Cecilia Sandoval, recogió este reconocimiento.

El rector reafirmó la necesidad de «mantener vivo en el recuerdo a aquellos que durante su vida engrandecieron la institución».