Un anuncio a las afueras es el lema de la Semana de Cine Espiritual, que este año celebra su octava edición en la Diócesis de Cartagena y que tendrá lugar del 4 al 8 de febrero.

Al igual que en años anteriores, habrá proyecciones matutinas destinadas a alumnos de Primaria, ESO y Bachillerato, y vespertinas abiertas al público en general.

La Filmoteca Regional Francisco Rabal será la sede de la capital murciana. En horario de mañana se proyectarán seis películas, en diez sesiones, entre las que se encuentran Wonder, Campeones y La cabaña. Por las tardes, a las 19.00 horas, de lunes a viernes, El mayor regalo; El Papa Francisco, un hombre de palabra; Un hombre para la eternidad; Pablo, el apóstol de Cristo y El caso de Cristo.

Aquellas personas que quieran ver alguna de las películas que se proyectarán en horario de tarde ya pueden recoger las entradas, que son gratuitas, en la Delegación de Enseñanza, en el Palacio Episcopal, de lunes a viernes, de 9.00 a 14.00 horas, y los miércoles y jueves también de 17.00 a 19.30 horas.

Como en años anteriores, se realizarán proyecciones matinales en el Centro Cultural Ramón Alonso Luzzy de Cartagena, el Teatro Guerra de Lorca, el Teatro Thuillier de Caravaca de la Cruz y el Auditorio Municipal de Yecla.

Las inscripciones para escolares deben realizarlas los docentes, mediante el formulario habilitado en www.didaje.es, la página web de la Delegación de Enseñanza. A estos se les pide un donativo de un euro por persona, para colaborar así con los gastos que conllevan las proyecciones.

Esta semana pretende utilizar el cine como «una herramienta para interiorizar y educar la dimensión trascendente que toda persona tiene, ya sea creyente o no», según explican desde la Delegación de Enseñanza.

Por eso se ofrece a los docentes una ficha didáctica para trabajar con los alumnos antes y/o después de acudir a la Semana de Cine Espiritual.

El lema de esta edición (propuesto por la Conferencia Episcopal Española, ya que se trata de una iniciativa coordinada desde su Departamento de Pastoral de Juventud) exhorta a escuchar la llamada de Dios, que invita a salir a las periferias a buscar el amor del Creador en los hermanos y a anunciarlo al prójimo sin tener miedo.