«Viene gente desde Alemania a comer pelotas aquí, que las hace su familia para ellos», aseguraba una de las mujeres que este sábado por la mañana se dejaban la piel, en las instalaciones de la peña La Hijuela, haciendo eso, pelotas. «Yo llevo 31 años haciéndolas», decía otra señora, Águeda Miñano, que tiene el honor de ser «la pionera» en esta tradición que este domingo vivirá su día grande.

«Lo empezó El Patiñero, que en paz descanse», rememora Miñano, mientras señala un retrato en blanco y negro del difunto que cuelga de la pared de la peña. «Ahí tenemos al maestro, ahí, en la foto», comenta. La señora atiende a LA OPINIÓN en plena faena. «Ahora ayudamos, pero son ellos, los jóvenes, los que van a seguir porque estamos un poco 'cascás'», sonríe.

El proceso de elaboración de las populares albóndigas es «todo igual» que el año pasado. Y que el anterior y el anterior. «Es la tradición. Las mismas cantidades de masas, las mismas pelotas. Igual. Las carnes, las mismas», señala Águeda Miñano.

La idea de mezclar cuadrillas y pelotas «fue idea de El Patiñero, un día de los que íbamos a Barranda (población de Carvaca de la Cruz, también famosa por sus cuadrillas), que comentaron mi marido y él: 'pues esto que hacen ahí en Barranda podríamos hacerlo en Patiño'».

«Ya lo hablamos. Comentó El Patiñero: '¿qué podemos dar de comer? Podemos hacer pelotas. Se habló con las mujeres del pueblo y fueron diciendo que sí, que les llevaremos las cosas. Y empezamos», recuerda la veterana del grupo. «Ahora mismo hay quince grupos», precisa.

La tarea de preparar las albóndigas, que lleva mucho trabajo, es cosa de ellas. «Los hombres nos ayudan si hay que coger algo de peso, que no podemos. Ellos están aquí porque vienen con sus mujeres», destacan las vecinas.

«Aquí no somos machistas, aquí las mujeres son las que mandan», apostilla al respecto José Martínez Roca, que fue presidente de la peña. «Nos pasa como al gobierno de España, que tiene más mujeres que hombres», indica. No obstante, muchos varones también se ponían ayer manos a la obra para, especialmente, amasar las pelotas.

Otra de las cocineras es Pureza González Solano, que explica que «estoy aquí metida desde el año pasado, soy de la peña El Mortero, de Los Dolores, y me ofrecieron ser pelotera».

En su salsa, se siente «muy bien», a pesar de tener por delante mucho trabajo, mucha tarea».

«Ayer empezamos a cortar la carne, sacar la molla del pan, que si los ajos, el perejil... Apio patiñero, que se cría aquí... A mí me gusta. Aunque soy del pueblo de al lado, me considero de aquí también», recalca la mujer.

Por otra parte, María del Mar Martínez considera que está «aprendiendo», ya que únicamente lleva tres años en faena. «Hemos llegado a Las nueve de la mañana y a lo mejor nos vamos a tirar aquí hasta las once de la noche», calculaba la vecina En concreto, en esta peña el plan de este sábado era hacer 4.000 de las 100.000 raciones de caldo con pelotas que está previsto repartir hoy. «Hay un proceso específico» para elaborarlas como manda la tradición.

Otra de las participantes, María José Cervetto, asevera que, pese a que ella lleva 18 años haciendo las pelotas, «la cocinera es mi madre, Pepa». «Ahora la ayudamos. Fíjate que ella es gaditana y vino de Andalucía sin saber la comida de aquí», precisa esta vecina.

El XXXI Encuentro de Cuadrillas de este domingo, día 13, arranca a las nueve de la mañana. A partir de las dos y media de la tarde, caldo con pelotas y vino de la tierra para todos.