Son heridas defensivas, asegura. La presunta agresora llevaba ayer las manos vendadas, por las heridas que se hizo, especialmente en los dedos, cuando, supuestamente, atacó a la anciana.

Lo que ella dice es que las lesiones se las hizo tratando de separar al verdadero atacante, su supuesto novio, de la víctima, a la que él, siempre según su versión, estaba pegando brutalmente. En la imagen, detalle de las manos, esposadas, de la sospechosa.