La tradición se impone estos días en la inmensa mayoría de hogares de la Región y, por consiguiente, de la ciudad de Murcia. La inminente llegada de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente viene cada año acompañada de la degustación de los dulces típicos que llevan su nombre, los roscones de Reyes, que llenan las pastelerías de colas de clientes que quieren hacerse con uno o varios de ellos. Para disfrutarlos en familia, en el trabajo o con los amigos, cualquier lugar o momento es una buena excusa para probar este postre tras el Año Nuevo.

Esa ingente demanda de estos productos se traduce en un aumento considerable de la producción y las ventas en el sector. Y es que, en estos días se triplica el trabajo de muchas confiterías de Murcia, como es el caso de la que regenta Antonio Mejías. «Estamos inmersos en la campaña de los roscones de Reyes, producimos entre 600 y 700», explica. En toda la Región, señala, se harán en torno a 600.000 de estos dulces. Las plantillas de muchos establecimientos requieren de un refuerzo especial en estas fechas y muchos contratan a nuevos pasteleros o dependientes para hacer frente a estos días de tanto trabajo para poder llegar a todos los consumidores.

Durante el mes de diciembre, los confiteros aumentan su volumen de trabajo y la producción en sus hornos con la demanda de productos típicos navideños: mazapán, cordiales o polvorones son algunos de ellos, que se han estado vendiendo constantemente desde hace semanas. Tras la Nochevieja, la demanda de estos productos disminuye y se incrementa de manera «espectacular» la de roscones de Reyes. «Todo el mundo quiere ya roscón», asegura Antonio Mejías. «Desde hace semanas, muchos clientes habituales y personas que no lo son se acercan a preguntar cuándo pueden adquirir roscones y sus precios», aseguran desde la confitería Ricardo.

Los hay previsores, que realizan sus encargos tiempo antes para asegurarse que no se quedan sin el ansiado dulce. Aunque son muchos los que acuden a sus establecimientos sin reservas previas y tienen que soportar largas colas. «Si alguien reserva un pedido, nosotros lo tenemo preparado con antelación para que cuando venga a recogerlo no tenga que esperar», explica el propietario de esta confitería ubicada en la pedanía de Zarandona. Incluso, los que no reservan se arriesgan a que, cuando llegue su turno, no haya roscones disponibles en el establecimiento. «Nos ha pasado más de una vez que agotamos todos los que hemos preparado para el día y la gente llega y se encuentra que ya no nos quedan», apunta.

Fieles a los sabores de siempre

Fieles a los sabores de siempreAunque la innovación siempre llama la atención del consumidor, los sabores más tradicionales son este año, como en los anteriores, las grandes estrellas de la Navidad. Nata, crema o chocolate son los rellenos más solicitados estos días en las pastelerías murcianas, junto a los roscones sin relleno.

Los confiteros coinciden en que los murcianos repiten en aquello que ya conocen y que les gustó en años anteriores, aunque reconocen que hay quien decide arriesgarse a nuevas mezclas, como los rellenos de frutas. Destacan también los miniroscones de la confitería Ricardo. Aunque no sea ya una novedad porque llevan realizándolos varios años, «la gente se sorprende mucho al verlos», aseguran las dependientas de esta pastelería de la calle San Antón de Murcia.

La clave para que repitan no es solo el relleno, hay que conseguir «un buen roscón». Para ello, las materias primas utilizadas deben ser «de primera calidad» y, después, se necesita «una buena cocción y presentación». Pero, sobre todo, «es importantísimo el sabor de la masa».

Esta es la fórmula perfecta para conseguir el roscón perfecto, y que las pastelerías de Murcia siguen «con lupa» para que no haya defectos en ninguno de sus roscones.