Una de las características de los roscones de Reyes son las sorpresas que guardan en su interior. Una serie de figuritas y detalles que esconden un significado. Durante la elaboración de estos dulces típicos navideños, los artesanos esconden pequeños muñecos para sorprender a niños y mayores, así como un haba y la figura de un rey. Así, la tradición dicta que quien coma un porción de roscón que cuente con el haba deberá pagar el importe del dulce, mientras que quien consiga la figurita será coronado rey por un día y podrá portar la corona real que suele acompañar a los roscones de Reyes.

Pero también puede haber regalos especiales. Antonio Mejías cuenta que suele ser habitual recibir peticiones de clientes que solicitan esconder dentro del roscón ciertos detalles para sus seres queridos: pequeños obsequios que quedan escondidos en su interior para sorprender a una persona especial, como pendientes. Aunque si hay un objeto especial que ha escondido Mejías en los roscones, y que se repite cada año, son los anillos de compromiso. «Es recurrente esa petición, es una forma original de hacer esa petición», finaliza