Llevan ya un mes de funcionamiento y en ese tiempo han hecho labores de información y también punitivas. La Policía de Ocio, un servicio que puso en marcha el Ayuntamiento jueves, viernes, sábados y vísperas de festivos durante todo el año para garantizar una convivencia pacífica entre hosteleros y vecinos, ha estado bastante entretenida a tenor del balance que arroja desde el pasado 22 de noviembre, fecha de su estreno.

Han hecho lo que se esperaba de estos agentes y lo que más llama la atención de sus actuaciones es que no solo han vigilado e inspeccionado locales de ocio de las tres zonas 'más calientes' de la ciudad, que fueron determinadas así en la normativa municipal: Universidad-Alfonso X; San Lorenzo, Santa Eulalia y San Juan; San Pedro, Santa Catalina y Plaza de las Flores. También han mediado en conflictos por fiestas privadas en domicilios particulares.

Así, los efectivos de esta patrulla de ocio han formulado siete denuncias a particulares por las molestias que estaban produciendo a sus vecinos a raíz de la celebración de fiestas en sus propias casas, según indicaron a esta Redacción fuentes de la Policía Local. Se trata de las primeras que imponen de esa naturaleza los agentes destinados a este servicio en concreto, que llevan un distintivo propio: brazalete de color verde con la leyenda 'Policía de Ocio'.

Las mismas fuentes indicaron que la actuación de estos policías ha sido sobre todo preventiva y de información con «la finalidad de hacer compatible el derecho al ocio con el derecho a una calidad de vida digna de los vecinos de estas zonas». En ese sentido, las fuentes policiales destacaron que se ha atendido medio centenar de demandas de tipo informativo y se ha controlado también a un centenar de locales de ocio «interviniendo específicamente en aquellos en los que se ha detectado infracción de la normativa medioambiental».

Por no respetar el horario de cierre, los agentes han formulado dieciocho denuncias mientras que por no respetar el horario de terrazas han rellenado cuatro boletines de sanción. En el capítulo de ocupar la vía pública sin autorización, es decir, montar mesas y sillas en la calle sin la preceptiva licencia municipal, se han multado a dos establecimientos, como también han sido dos los sancionados por consumos de bebidas alcohólicas fuera de las terrazas.

El exceso de aforo le ha costado una denuncia a un establecimiento de ocio, consta en el balance del servicio del cuerpo local de seguridad, que también reseña que se ha constatado dos locales abiertos cuando pesaba sobre ellos sendos decretos de cese de actividad, lo que conlleva las pertinentes denuncias. Además, los efectivos de esta nueva patrulla realizaron dos mediciones específicas de ruido y sancionaron a dos locales que excedían los decibelios.

Ahora, las denuncias levantadas a esos establecimientos y particulares pasarán al servicio de Disciplina Ambiental y de Actividades de la Concejalía de Urbanismo, que iniciará el pertinente expediente sancionador. La tramitación administrativa obliga a dar audiencia al negocio 'sancionado', que tiene un plazo para presentar alegaciones. Una vez que los recursos entren en el Ayuntamiento se estudiarán y se propondrá una resolución, que puede ser desde la multa hasta el cierre del expediente sin consecuencias económicas. La Policía de Ocio hace especial hincapié en el cumplimiento de la ordenanza del ruido que este año ha sido retocada tras la elaboración de un mapa de ruido de ocio de la ciudad, para cuya redacción se efectuaron 3.600 mediciones en áreas de mayor concentración de locales de ocio, y tras conocer la opinión del Consejo Sectorial del Ruido, de hosteleros y de los vecinos. Así, las calles con más locales de ocio deberán cumplir medidas correctoras contra el ruido. Una vez analizados todos los datos, y con el objetivo de lograr una reducción progresiva de los niveles sonoros, se delimitaron tres zonas de protección en el centro urbano: Universidad-Alfonso X; San Lorenzo, Santa Eulalia y San Juan; San Pedro, Santa Catalina y Plaza de las Flores.