El barrio de San Antón recibió ayer la Navidad con una jornada muy especial. Y es que, la parroquia organizó una procesión para dar la bienvenida a estas fechas tan señaladas. Pero no fue una procesión al uso. Los participantes fueron unos 200 niños que, caracterizados como pastorcillos, acompañaron el trono que portaban jóvenes con un grupo escultórico que representa a la Sagrada Familia.

La parroquia del barrio acoge cada año un Belén barroco realizado por los hermanos Martínez Cava. Este año, el párroco, Jorge Rodríguez, que lleva al frente de esta comunidad desde hace 21 años, quería innovar para el recibimiento de este Nacimiento con los niños de las clases de Catequesis para la Primera Comunión. Así lo explica una de las organizadoras del evento, Lola Mena, quien mostró ayer a esta Redacción su emoción, y de todo el barrio, ante el éxito de la convocatoria. Los pequeños, de entre siete y nueve años, fueron los protagonsitas durante el recorrido por el barrio murciano antes de la celebración religiosa del domingo, y festejaron con sus familias y resto de fieles la llegada de este Belén a la parroquia. El trono ha sido realizado expresamente para la ocasión.

A la salida, la junta de distrito del barrio había preparado una sorpresa para todos: una auténtica fiesta con música en directo y reparto de dulces navideños y de las tradicionales flores de Pascua. Los pequeños partorcillos disfrutaron de una jornada festiva en la que se cantaron villancicos y bailaron ante los componentes del grupo, que actuaron ataviados con disfraces propios de estas fechas. Mientras, los adultos pudieron tomar dulces de coco, polvorones y vino dulce, entre otros productos. San Antón rezuma ya espíritu navideño y ayer lo celebró por todo lo alto.