Sin problemas de ningún tipo y con absoluta normalidad. Así transcurrió el jueves pasado la primera noche de funcionamiento de la Policía de Ocio, un servicio de este cuerpo de seguridad municipal que funcionará jueves, viernes, sábados y vísperas de festivos durante todo el año y que pretende que se respeten las normas para una convivencia pacífica entre hosteleros y vecinos.

Su misión básicamente es evitar los problemas de ruido que se producen en el centro de la ciudad y en las zonas protegidas por el Ayuntamiento. Fuentes de la Policía Local de Murcia indicaron a esta Redacción que los agentes que integran esta patrulla y que comenzó su periplo el jueves por la noche inspeccionaron 52 locales de ocio y constataron que se estaban produciendo cuatro infracciones, que conllevan la apertura de un expediente sancionador por parte de la Concejalía de Urbanismo, Medio Ambiente, Huerta y Agua.

De los cuatro incumplimientos detectados tres hacen referencia al exceso en el horario de cierre mientras que el cuarto expediente sancionador se produjo por la instalación de una terraza de un bar de copas sin la preceptiva licencia municipal. Los policías locales que inauguraron este servicio acabaron su trabajo de madrugada sin ningún contratiempo y sin que se produjera enfrentamiento alguno con los regentes de los negocios, explicaron fuentes del cuerpo de seguridad municipal.

Ahora, las denuncias levantadas a esos cuatro establecimientos pasarán al servicio de Disciplina Ambiental y de Actividades de la Concejalía de Urbanismo, que iniciará el pertinente expediente sancionador. La tramitación administrativa obliga a dar audiencia al negocio 'sancionado', que tiene un plazo para presentar alegaciones. Una vez que los recursos entren en el Ayuntamiento se estudiarán y se propondrá una resolución, que puede ser desde la multa hasta el cierre del expediente sin consecuencias económicas.

La Policía de Ocio hace especial hincapié en el cumplimiento de la ordenanza del ruido que este año ha sido retocada tras la elaboración de un mapa de ruido de ocio de la ciudad, para cuya redacción se efectuaron 3.600 mediciones en áreas de mayor concentración de locales de ocio, y tras conocer la opinión del Consejo Sectorial del Ruido, de hosteleros y de los vecinos. Así, las calles con más locales de ocio deberán cumplir medidas correctoras contra el ruido. Una vez analizados todos los datos, y con el objetivo de lograr una reducción progresiva de los niveles sonoros, se delimitaron tres zonas de protección en el centro urbano: Universidad-Alfonso X; San Lorenzo, Santa Eulalia y San Juan; San Pedro, Santa Catalina y Plaza de las Flores.