Los arqueólogos volvieron a pisar ayer el Arrabal de la Arrixaca, en el entorno de San Esteban, después de cerca de una década sin actividad en la zona. Con el grupo de expertos de la Universidad de Murcia (UMU) liderados por el arqueólogo Jorge Eiroa, arranca la Fase Cero en la que se quiere consolidar el terreno, realizar excavaciones arqueológicas en la hospedería, el oratorio y el cementerio, así como las calles adyacentes del entramado urbano de los siglos XII y XIII, espacio histórico y un gran valor que también se quiere hacer visitable.

Minutos después de las nueve de la mañana de ayer ya se veía actividad en el yacimiento (dos días después de lo previsto debido a las últimas lluvias y a la formalización del seguro), al que llegaron los expertos y alumnos del máster y del último curso de Historia de la UMU. Junto a ellos estaba el profesor Eiroa, así como la arqueóloga municipal del Ayuntamiento, Carmen Martínez, y la restauradora Pilar Villalta, quienes no tardaron en calzarse las botas de protección para comenzar a inspeccionar el terreno.

Mientras el arqueólogo responsable daba las últimas indicaciones a la quincena de estudiantes que se desplazó en esta primera jornada hasta el yacimiento de San Esteban, empleados de la empresa Salmer desplegaban las lonas y se esforzaban en eliminar las hierbas que han ido creciendo sobre la grava, a la vez que los camiones iban descargando las casetas de obra en las que se guardarán las herramientas que necesitarán para esta fase, que se prolongará durante los próximos dos meses.

Eiroa reconoció ayer que «teníamos ganas de empezar, ya que hemos estado casi un año preparando la campaña y por temas de burocracia se ha ido retrasando todo». Pese a ello se mostró satisfecho de ponerse al frente del proyecto, un yacimiento que es nuevo para todo el equipo, excepto para el arqueólogo de la empresa Salmer, Clemente López, que casualmente estuvo contratado por la empresa que trabajó en el Arrabal hace casi una década.

Clemente López explicó a LA OPINIÓN que los primeros trabajos se centrarán en la zona del oratorio y el cementerio, del que ya se extrajeron varios enterramientos en el año 2010. «Aún no sabemos lo que nos vamos a encontrar, en este tipo de cementerios no sabemos si hay cinco enterramientos más o si puede haber cincuenta, ya que depende de la tipología del cementerio del que se trate y a qué cultura esté adscrito», señala el experto.

Llegará un momento en el que todo el yacimiento esté abierto, aunque comenzarán por este punto al ser más sencilla la eliminación de grava, permitiendo así que los alumnos se puedan poner a trabajar en la zona. El equipo del campo de trabajo estará formado por 13 personas, aunque habrá un grupo de refuerzo que también acudirá en días puntuales.

En el recinto también ha aparecido una gran vivienda que ya en 2009, últimas fecha de excavación, se documentó como una posible fonda, hospedería o lugar de paso porque tiene muchos compartimentos, con un espacio de letrinas con canalizaciones o desagües subterráneos que van a parar a una de las calles principales del Arrabal de la Arrixaca. En este espacio había una canalización central que recogía las aguas de todas las viviendas, un pequeño alcantarillado del siglo XII-XIII.

Viviendas de distinto rango

Respecto a las viviendas que han ido apareciendo, el arqueólogo Clemente López recuerda que en la memoria de Alfonso Robles se contabilizaron unas 120 casas y que por el tamaño que tienen las de mayor rango están junto a la calle principal, mientras que a medida que las viviendas se alejan de esta zona los materiales de construcción son más pobres y las dimensiones son más pequeñas. «Hay algunas casas que son como dos salas, mientras que las de mayor tamaño tiene un patio central con tres o cuatro salas que se dividen para distintos usos», afirma López.

El responsable del proyecto, Jorge Eiroa, explica que las lonas se irán retirando poco a poco, según la zona en la que se vaya a trabajar, volviendo a cubrirse el terreno cuando se termine la jornada de trabajo para protegerlo ante posibles lluvias. Además, el Ayuntamiento está ultimando la página web en la que los ciudadanos o grupos de escolares podrán ir reservando las visitas que se podrán hacer a partir de las próximas semanas, cuando se monte la pasarela de madera, una web que será presentada hoy por el alcalde, José Ballesta.