A prisión provisional por un delito de homicidio en grado de tentativa. Es lo que decidía el juez hacer con el joven de 19 años de edad al que la Policía Nacional arrestaba por, presuntamente, apuñalar en el costado a otro chico, informó este Cuerpo en un comunicado de prensa.

Ambos, víctima y presunto agresor, ejercían de aparcacoches sin papeles en el municipio de Murcia. Sus diferencias empezaron precisamente por eso: por repartirse las zonas en las que iba a ejercer cada uno. Llegaron a las manos y al ataque.

La víctima acabó con «una herida inciso contusa a la altura de la parte derecha del pecho, con profundidad de 6 centímetros, llegando a perforarle el pulmón», apunta la Policía Nacional. Acabó en el hospital, con un neumotórax. Allí ingresado contó a los agentes lo que le había pasado.

«Por gestiones practicadas por los agentes actuantes y poco después de conocerse la agresión, el ahora arrestado fue detenido en el lugar de los hechos. Reconociendo la víctima al agresor sin género de dudas», añade el Cuerpo.

De dependencias policiales, al Juzgado de Guardia. Y, de ahí, a la cárcel de Sangonera.

Numerosos vecinos llevan denunciando desde hace tiempo el problema que hay con los gorrillas. Protagonizan peleas entre ellos, han llegado a atacar a agentes y, según aseguran los denunciantes, también intimidan a la gente, especialmente si no les dan unas monedas después de estacionar su vehículo.

La Policía Local de Murcia ha sancionado ya, en lo que va de año, a más de un millar de aparcacoches sin papeles sorprendidos tratando de ganarse unas monedas en las calles del municipio. Como la mendicidad no es ilegal, no les denuncian por pedir dinero. Tampoco por dirigirse a los conductores que aparcan, aunque les importunen. Les denuncian por estar en la carretera. Por norma, no pueden quedarse ocupando la calzada, si hay una acera en el mismo lugar. En algunos casos, los problemas con los gorrillas acaban en agresión física.