El paciente es un todo, no podemos verlo sólo desde una perspectiva, y así debemos atenderlo». De esta forma lo expresan las profesionales del centro de salud Floridablanca que han involucrado a todo el equipo de sanitarios en el proyecto ´Anciano frágil´. «Si viene un paciente diabético no podemos centrarnos sólo en eso, porque quizá tenga también un problema de artrosis que le limita y que se convierte en un condicionante para no salir de casa si vive en un edificio antiguo sin ascensor, esto lleva a que el paciente apenas mantenga relaciones sociales y poco a poco se vaya aislando, lo que también le pasa factura a nivel psíquico y emocional. Llegándole a provocar incluso un problema cognitivo. Una serie de limitaciones que hace que se le considere una persona frágil», indica la doctora de Atención Primaria María Dolores Caldero.

La clave está en «mirar al anciano de otra forma e intentar que no aumente su fragilidad. Lo que nos lleva a tener que reflexionar sobre el tipo de vida que llevan nuestros mayores y qué les podemos ofrecer», apunta Margarita Cerezo.

Las impulsoras de la iniciativa dicen que los propios participantes han manifestado en el cuestionario que realizaron al terminar que les ha servido para ampliar su ámbito social, ya que se ven integrados en un grupo y han conocido a personas con las que mantener una relación, rompiendo las barreras que existían. Los buenos resultados han hecho que se le quiera dar continuidad y se repita este año la experiencia de nuevo. Es más, van un paso más allá y aseguran que cuando los pacientes vuelven a la consulta los motivos de ésta han cambiado y ya se interesan por otros temas distintos a los que traían con anterioridad.