"Me cogió del pelo y me penetró por detrás y por delante, igual que si fuera una película porno". Así se expresaba este lunes la mujer víctima de una agresión sexual que declaraba por videoconferencia desde Alemania ante la sección tercera de la Audiencia Provincial de Murcia.

El juicio contra el presunto agresor sexual (Javier M. A.) quedaba visto para sentencia, después de que el tribunal escuchase la declaración de víctima y sospechoso. El Ministerio Público mantiene la petición de ocho años de cárcel para este vecino de Murcia.

"Se abalanzó sobre mí y me partió el sujetador el tanga. Es recordar todo el pasado otra vez y me es complicado, estoy nerviosa", señaló la víctima en su intervención. "Me agarró las manos me penetró por delante, después por detrás, y así sucesivamente. Tampoco duró mucho. Después fue cuando me dijo que me fuera a la ducha y al rato se metió conmigo", añadió.

Por su parte, Javier M. A., que sólo aceptó responder a las preguntas de su abogado, contó que él y la chica se conocieron por la aplicación Badoo. "Estuvimos hablando unas horas, nos dimos los teléfonos y quedamos al día siguiente", explicó. Fueron a la casa de ella, en la avenida Ciudad de Almería. Su versión es que el sexo fue consentido y consistió en una masturbacion mutua. "Estábamos sentados en la cama. No hubo penetracion, no disponíamos de preservativo y sin preservativo no se va a ningún lado", argumentó.

"Ella se duchó y yo entré al aseo para limpiarme un poco. Bajamos a la calle porque ella tenía que ir a recoger a su hijo al colegio. Yo me fui a mi casa, que vivo en Ronda Norte, y ella se fue a San Pío. Nada más", sostuvo el hombre, que está en libertad.

Insiste en que sobre él pesa "una acusación falsa". "Además, vivo rodeado de mujeres. Mi familia son mujeres, trabajo con mujeres", asevera. Subraya que es inocente y que, a raíz de lo que le pasó con esta mujer, "desde ese momento dije: nunca más redes sociales".

"Tengo sobrinas. En mi empresa trabajo con muchas mujeres. No soy lo que se me acusa", hizo hincapié ante el tribunal el sospechoso, llorando.

Ignacio Fernández, el abogado defensor del presunto agresor sexual, puso el acento en que la víctima "denunció a los dos días", que es cuando acudió al Reina Sofía a someterse a un examen forense. Apuntó que hay "contradicciones" en las declaraciones de la mujer, al tiempo que consideró que no se puede condenar "a cualquier persona por la sola declaración de una supuesta víctima", ya que entonces "aquí se condena a todo el mundo".

El letrado habló de la conducta de la víctima. "¿Se ducha después de una agresión sexual? Eso no lo había visto yo en mi vida", barruntó. Fernández también soltó que la mujer, en el momento de la agresión denunciada, "tenía 27 años, no era ninguna niña. Ahora tendrá 31".

"Aquí hay cosas que no encajan", sostuvo el abogado, que pidió al tribunal "que a este chico (en referencia a su cliente) no se le fastidie la vida. Se solicita la absolución".