Usar auriculares mientras se monta en bici, no señalizar los giros o circular por las aceras son algunas acciones que pueden salir muy caras a los ciclistas. Los usuarios de la bicicleta se confían en demasiadas ocasiones y no sienten que deban respetar las normas que se establecen para regular el tráfico de estos vehículos de dos ruedas, pero como parte del día a día de las ciudades también están obligados a cumplir unas normas de circulación.

Concretamente, la Policía Local de Murcia ha tramitado en lo que va de año 2018 un total de 64 expedientes sancionadores en los que figura la bicicleta como el vehículo que ha cometido la infracción, lo que hace pensar que aún queda mucho por hacer para que los ciclistas se integren en las ciudades respetando a coches y peatones. El balance de este año de la propia Policía muestra que entre las infracciones más frecuentes que se registran en el municipio de Murcia destacan el circular con la bicicleta por la acera o zonas peatonales (10 expedientes); no respetar la luz roja no intermitente de un semáforo saltándoselo (10 expedientes), conducir utilizando manualmente el teléfono móvil o cualquier otro dispositivo incompatible con la obligatoria atención permanente a la conducción (9 casos); o comportarse indebidamente en la circulación (6 expedientes), entre otros casos.

La Ordenanza Municipal de la Bicicleta también recoge como infracciones el transportar a segundas personas, hacer caballitos, derrapes, acrobacias o saltos (infracción leve). Prestar la bicicleta a terceras personas, mal anclaje o falta temporal, retrasos en la devolución mayores a 24 horas y menores de 7 días (infracción grave). Y los casos de robo, abandono y pérdida injustificada, no devolución de más de 7 días, deterioro grave o relevante (infracción muy grave).

El Ayuntamiento de Murcia recuerda que las infracciones leves pueden conllevar una sanción económica de hasta 250 euros, las graves pueden ir de 251 a 500 euros, mientras que las infracciones muy graves van de 501 a 1.500 euros.

La concejala de Tráfico, Seguridad y Protección Ciudadana, Lola Sánchez, subraya que el problema más habitual que se encuentran los agentes cuando están en el núcleo urbano es el de ciclistas que no respetan la zona peatonal y pasan por aceras montados sobre su bicicleta, con el riesgo que implica para peatones o niños que vayan caminando y se puedan cruzar. «Lo primero que hacen los policías que presencian este tipo de situaciones es pedir a los ciclistas que bajen del vehículo y les explican que se trata de una zona en la que está prohibida la circulación. Habitualmente no se sanciona, se hace una labor informativa, pero sí que se multa cuando el ciclista es reincidente», explica la edil responsable de Tráfico.

Sin embargo, hay algunos espacios o calles en las que los agentes de la Policía Local son más estrictos al tratarse de zonas históricas, como es el caso de Trapería o Platería. La Concejalía de Lola Sánchez ya ha emprendido varias campañas informativas para recordar a los ciclistas que no pueden circular por las aceras y que tienen que respetar las normas de circulación tal y como establece la Dirección General de Tráfico (DGT). De esta forma, se recuerda que no pueden hacer uso del teléfono móvil en la bicicleta o que no pueden circular en sentido contrario a la marcha.

Infracciones

Infracciones a la Ordenanza Municipal de Bicicletas Públicas:

- Leves: Hasta 250 euros. Transportar a segundas personas, hacer caballitos, derrapes, acrobacias o saltos, entre otras conductas.

- Graves: De 251 a 500 euros. Prestar la bicicleta a terceras personas, mal anclaje o dejación temporal, retrasos en la devolución mayores a 24 horas y menores de 7 días.

- Muy graves: de 501 a 1.500 euros. Robo, abandono y pérdida injustificada, no devolución de más de 7 días, deterioro grave o relevante.