La Audiencia Provincial ha confirmado la sentencia de un Juzgado de lo Penal de Murcia que condenó a un hombre a nueve meses de prisión por agredir a un cura y a dos policías nacionales.

Tal y como se lee en la sentencia, el procesado, de 39 años de edad, intentó introducirse en la iglesia de Algezares, presumiblemente con intención de robar, pero el sacerdote lo pilló y se lo impedió. El hombre entonces insultó al religioso y llegó a pegarle una bofetada. Además, lanzó una botella de cerveza contra la puerta del templo, sin causar daños.

La Policía fue avisada. Hasta el lugar se desplazaron dos agentes, que localizaron primero al acompañante del sospechoso, que se identificó ante ellos y no se mostró violento. Pero el procesado, que se había intentado ocultar en un establecimiento cercano a la parroquia, al pedirle los policías que se identificase, respondió con un empujón a uno de ellos. Empezó un forcejeo, intervino el segundo agente y el acusado también le golpeó. Al final el hombre pudo ser reducido entre los policías.

Estos agentes sufrieron lesiones que tardaron en curar cuatro días. El cura, por su parte, recibió asistencia médica y le curaron al momento. No reclamó nada al procesado.

Se da la circunstancia de que el sospechoso «tenía sus facultades intelectivas y volitivas afectadas levemente por la ingesta de bebidas alcohólicas», indica la resolución judicial.

El Juzgado de lo Penal condenó al acusado por un delito de atentado (ya que arremetió contra los dos policías) a nueve meses de prisión. También considera que hubo dos lesiones leves de lesiones y le impone 30 días de multa (con una cuota diaria de 3 euros) por cada uno de ellos.

La defensa del hombre recurrió la sentencia. Cree que el hecho de que fuese borracho ha de ser un eximente, hasta el punto que se le debería de exonerar de todo. La Audiencia no le da la razón y confirma la condena.