El promotor José López Rejas presentaba ayer en Urbanismo el acta de escritura de la Junta de Compensación del proyecto de La Paz. Lo hacía junto a Bienvenida Meroño, presidenta de la citada Junta y vecina del barrio, una mujer que ve «un avance más del proyecto» en este trámite.

«Ahora ha de convocarse una asamblea con los vecinos, para planificar, y luego ya pediremos la licencia», comentó Meroño, al tiempo que admitió que aún no hay fecha fijada para la asamblea.

«Hasta que no hagamos la asamblea no veremos si estamos todos de acuerdo. Necesitamos al 51% de los vecinos, pero yo creo que van a ser más», precisó, en una conversación con este diario, minutos después de ir a las dependencias de Abenarabí.

La mujer recordó que son más de 1.500 viviendas las afectadas por este plan de cambio radical previsto para uno de los barrios más deprimidos de la ciudad. La Paz es una zona tristemente conocida por la venta de estupefacientes, y las consiguientes redadas que la Policía Nacional lleva a cabo en su lucha contra el narcotráfico. Además, muchas casas «están que se caen, están de ruina», señalan los vecinos. Ahora la idea es hacer más: hasta 3.000 viviendas, 1.502 de ellas para los residentes que están ahora.

«Nuestro barrio no tiene ni calles», llega a decir Meroño, quien tiene claro que en La Paz «hay que hacer calles abiertas, calles salón... y que sea un barrio como tiene que ser. Estamos deseando empezar cuanto antes, y hoy hemos dado un paso más».

Por su parte, López Rejas calculó que, si todos los trámites legales y burocráticos cumplen su fecha, en septiembre de 2019 podría arrancar el proyecto, el cual «cumple todo el reglamento», dejó claro el promotor.

Adelantó que está en «conversaciones con constructores internacionales» para convertir la barriada en otra bien distinta.

José López Rejas anunciaba este mismo año que 'resucitaba' el proyecto de La Paz que quedó en agua de borrajas allá por la década pasada. El asunto quedó en nada como consecuencia de la desaceleración económica, y los vecinos vieron truncado su sueño de someter a un cambio radical a una zona que, son conscientes, necesita un lavado de cara.

El promotor también recordaba ayer que «tenemos ya el banco» para que el plan se convierta en realidad. Se trata de Triodos Bank, «banca ética y sostenible», según la propia entidad.