“¡Queremos aulas, no saunas!”. Ese es el lema de la protesta que van a protagonizar mañana los alumnos y padres y madres del CEIP Nuestra Señora de la Encarnación de la pedanía murciana de la Raya, que, organizada por el AMPA del centro, ha convocado a la comunidad educativa a las 13 horas en la pista de futbito del colegio. Piden a los participantes que acudan con ropa y accesorios de playa.

“Debemos defender los derechos de nuestros hijos”, indican en la convocatoria, en la que destacan que los alumnos sufren temperaturas de hasta 35ºC en las clases y que de esta manera “no se puede aprender”. Además, recuerdan que la normativa sobre riesgos laborales fija en 27ºC el máximo de temperatura para el lugar del trabajo.

“Tan solo pedimos lo que otros muchos colegios tienen, que se mejore la potencia eléctrica de colegios y que se puedan instalar aparatos de aire acondicionado”, explican.

Los padres y madres del centro añaden que para encender la pantalla digital en las aulas se deben apagar los ventiladores: “¿En qué siglo vivimos?”. Y se siguen preguntado: “¿Tiene sentido que se haya instalado un aparato de aire acondicionado en la escalera del centro cultural y en el colegio no haya?”.

No es la primera protesta en centros escolares de la Región a consecuencia de las altas temperaturas que sufren los alumnos y docentes en colegios e institutos de la Región. En junio pasado, la comunidad educativa del CEIP Félix Rodríguez de la Fuente de Murcia también organizó una protesta por el calor de las aulas, a la que acudieron los escolares con abanicos.

También hubo varias manifestaciones en junio del curso 2016/2017, lo que llevó a la Consejería de Educación a reunirse con los concejales de Educación para diseñar planes de obras y actuaciones en los colegios e institutos para rebajar las temperaturas. Y a llevar a cabo auditorías energéticas en los centros para determinar las obras a acometer.

Además, desde Educación siempre se recuerda que en base a la autonomía de los centros educativos, aquellos que lo soliciten podrán modificar su horario, adelantando una hora de entrada y de salida (desde las 8 a las 12 horas), o reorganizarlo en base a las actividades que desarrollen en exteriores y en las horas de más calor.