El bolsillo de los vecinos de Murcia no sufrirá más de lo habitual el próximo año 2019 gracias a que el Ayuntamiento de la capital de la Región ha decidido congelar por sexto año consecutivo los impuestos, tasas y precios públicos. Así lo establece la ordenanza fiscal del Consistorio para el ejercicio que viene, aprobada en el pleno del 26 de julio y publicada el pasado mes de agosto en el Boletín Oficial de la Región de Murcia (Borm).

El concejal de Hacienda, Contratación y Movilidad Urbana, Eduardo Martínez-Oliva, indica que «es un compromiso del equipo de Gobierno mantener congelados los impuestos y tasas y que no sufran subidas en 2019», por lo que la única variación será la del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) debido a la actualización del valor del suelo del municipio que realizó el pasado mes de julio el Catastro, dependiente del Ministerio de Hacienda. Una modificación que está incluida en las nueva ordenanza fiscal publicada en el Borm y que no se había actualizado desde el año 2001, cuando ésta establece que el valor del suelo se debe revisar cada cinco años.

La ordenanza fiscal suele ser uno de los proyectos más importantes de los consistorios, junto a los Presupuestos, ya que marca la línea que seguirá el Gobierno local durante ese ejercicio y hacia dónde enfocará sus políticas. Entre los impuestos que no se tocarán en 2019 se encuentran el de actividades económicas (IAE), el impuesto de Construcciones y Obras (ICIO) y el de vehículos de tracción mecánica, más conocido como el sello del coche, recuerda Martínez-Oliva, al tiempo que se mantienen las subvenciones y bonificaciones. Concretamente, en el impuesto de vehículos están exentos los discapacitados con un grado del 33 por ciento o superior, los coches con más de 25 años están bonificados al 100 por cien, así como los vehículos eléctricos.

En el Presupuesto de 2018, aprobado en el pleno extraordinario de agosto gracias al apoyo de Ciudadanos, se contempla que el Ayuntamiento ingresará este año más de 277 millones de euros en impuestos directos, indirectos, tasas y precios públicos.

Estos ingresos quedan divididos en tres bloques: 192 millones de impuestos directos (IRPF, impuestos sobre el capital, IBI, impuesto de vehículos de tracción mecánica y de actividades económicas...); 16 millones de impuestos indirectos (IVA, impuestos sobre consumos específicos...); y 69 millones de euros de las tasas y precios públicos (recogida de basuras, cementerios, licencias de taxis, expedición de documentos...).

El concejal de Hacienda, Contratación y Movilidad Urbana indica que la variación en el IBI apenas se notará en los ingresos, ya que sólo se dejará de ingresar un millón de euros en 2019 respecto a este ejercicio. «El descenso en el IBI rústico se compensará con el aumento del urbano y apenas se notarán los cambios de tributación» en las arcas del Ayuntamiento, según Eduardo Martínez-Oliva.