La malla de carriles bici que tiene previsto el Ayuntamiento ejecutar a lo largo de los próximos meses ha comenzado a tomar fuerza en la zona norte de la ciudad. Así, ya es visible el espacio acotado para las dos ruedas en una de las intersecciones mas importantes y problemáticas del casco urbano. Se trata de la confluencia de la avenida Abenarabi y Juan Carlos I, que se ve invadida a diario por centenares de coches que ven. además, complicada su circulación por el paso del tranvía.

En estos momentos, se ha iniciado la obra del carril bici en esa rotonda y ya se ha recortado parte de la acera para hacer espacio a los vehículos de dos ruedas, ya que el Ayuntamiento ha optado por reducir el espacio destinado a los peatones antes que para los coches. Este trozo de itinerario para las bicis forma parte de otro que acabará en la mota del Río Segura y que unirá la zona norte con la sur y viceversa.

El concejal de Urbanismo, Medio Ambiente, Agua y Huerta, Antonio Navarro Corchón, destaca que «la construcción que estamos llevando a cabo proporcionará continuidad a los itinerarios ya existentes, creando una malla interconectada que dé fluidez a los desplazamientos en bicicleta, uniendo los antiguos tramos con los nuevos, para articular una auténtica red vertebrada de caminos ciclistas que permitan circular por el casco urbano».

«Su ejecución supone un paso adelante en el desarrollo de nuestro modelo de ciudad, que opta por dar más espacio a los desplazamientos peatonales y a la bicicleta, priorizando así la movilidad sostenible como medio de transporte habitual en el municipio», afirmó el concejal.

Esta obra de Abenarabi es necesaria para unir la plaza Circular con el río Segura, en uno de los itinerarios que se hará de norte a sur. También se unirán otras plazas o rotondas del casco urbano con el cauce, tales como Díez de Revenga y Juan XXIII con el río Segura. Otra de las zonas que se está viendo afectada por estos carriles es la calle Mar Menor, en el tramo entre el polideportivo José Barnés y el colegio de Santa María de Gracia, un espacio que ha visto reducido la calzada de un único sentido. En este caso, el Ayuntamiento ha optado por estrechar el espacio destinado al coche. La construcción de los carriles bici también ha propiciado que varias calles del casco urbano cambien su sentido de la circulación.