Reconvertir los muros de la Cárcel Vieja, huella de este espacio de represión, y albergar en su perímetro un gran huerto urbano vertical es la esencia del trabajo académico con el que Jesús Escribano Martínez (Murcia, 1991) ha concluido su grado en Arquitectura en la Universidad Politécnica de Cartagena.

«La idea es que la recuperación del espacio esté centrada en la huerta de Murcia, clave en la identificación cultural de los habitantes y en la historia de la ciudad», explica el joven, quien propone transformar el antiguo corredor penitenciario en un espacio de encuentro comunitario a través de la horticultura y de técnicas innovadoras, como los cultivos hidropónicos, basadas en la I+D+i agroalimentaria.