«El espacio resultado del proyecto será un centro sociocultural en su conjunto y de cada módulo que lo configura. El objetivo es convertir este espacio central de la ciudad en punto de referencia de exposición, actividades culturales, eventos y disfrute del ciudadano». Así se expresan desde el Ayuntamiento de Murcia a la hora de concretar en qué se va a convertir la Cárcel Vieja, el inmueble de Primo de Rivera que lleva casi 40 años cerrado (desde 1981).

Ya en 1984 se habló de convertir el lugar en un museo. Luego el inmueble fue catalogado como Bien de Interés Cultural. En 1998, Hacienda tramitó un expediente de declaración de ruina y sugirió que se derribase el edificio. Nunca se tiró. Hoy en día, 2018, la antigua prisión sigue abandonada. El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Murcia asegura que la va a recuperar. Que está en ello.

«Y además cumpliendo plazos, estamos súper contentos», decía ayer la concejala de Infraestructuras, Obras y Servicios Públicos de Murcia, Rebeca Pérez, al recibir el proyecto básico de rehabilitación de la Cárcel Vieja, realizado por Manuel Hernández y José Ibáñez, del estudio IH Arquitectos. Ellos son los ganadores del concurso de ideas convocado por el Consistorio para la recuperación de este inmueble.

Sobre unos grandes paneles, instalados en el despacho de la edil, los arquitectos recrearon cómo tienen previsto que quede el edificio una vez que completen el plan que han elaborado.

«Hoy (por ayer) es un día importante porque recibimos el proyecto básico de la Cárcel Vieja», destacó la concejala, que valoró que se ha hecho un «trabajo muy complicado», ya que se trata de un «proyecto complejo y arduo». Señaló que se trata de «un proyecto sin límites». «No tiene límite físico ni límites horarios ni generacionales ni en cuanto a disciplinas», hizo hincapié Pérez.

Recordó que la fase uno para arreglar el inmueble «está en los Presupuestos de 2018». Si todo va según lo esperado, antes de que acabe el año empezarán las obras. Una vez en marcha, calculan que tardarán entre 12 y 14 meses en completarlo todo. Ya hay operarios en la prisión, señalizando zonas y revisando estructuras.

Por su parte, Manuel Hernández apuntó que hay zonas de la Cárcel Vieja que «están en gran estado de deterioro desde su abandono», al tiempo que valoró que, con este proyecto, «se han recuperado espacios públicos para la ciudad».

El arquitecto apostilló que la idea es hacer «oficinas, restaurantes, talleres... todo de uso cultural, siempre pensando en eso». Asimismo, insistió en que para el proyecto se hará «un estudio de impacto ambiental muy profundo y preciso», así como «pruebas de carga de los forjados». «Hoy en día las sobrecargas exigidas son muy superiores», precisó.

«Todos los murcianos vamos a disfrutar del nuevo edificio una vez que los muros se hayan demolido y los patios carcelarios se incorporen a la ciudad», manifestó el arquitecto, a lo que añadió que, a su juicio, el edificio es ahora «agresivo». La idea: que el centro cultural que hagan esté abierto las 24 horas del día.