Los agentes de la Policía Local y demás fuerzas y cuerpos de seguridad del estado que se encargan de realizar labores de detección de delitos viales están más que acostumbrados a ver como, uno a uno, cientos de conductores con alta tasa de alcoholemia se 'tragan' los diferentes bulos con los que se rumorea puedes burlar tan sofisticado aparato, como comer ajo, beber agua, orinar o, como en el caso que nos ocupa, hacer ejercicio.

Por ello asistieron impasibles y de brazos cruzados a la dantesca escena que ha tenido lugar esta misma mañana, que podría hasta resultar graciosa de no ser porque podría haber acabado muy mal. Y es que un conductor que ha triplicado la tasa de alcohol permitida, es decir, que ha superado los 0'75 mg/l de aire espirado, se ha puesto a hacer flexiones, a ver si conseguía lo imposible tras sufrir un siniestro vial en la Avenida Juan de Borbón.

No sirvió para nada y el conductor se enfrentará ahora a un juicio rápido por un delito contra la seguridad vial por haber superado los 0'60 mg/l de aire espirado. Algo de lo que tampoco se librará haciendo flexiones. Por fortuna no hay que lamentar más daños que los materiales.