Compatibilizar el ocio en la ciudad con la calidad de vida de los residentes en las zonas donde se concentran más bares y locales de hostelería es el objetivo perseguido por la Concejalía de Urbanismo, Medio Ambiente, Agua y Huerta, que dirige Antonio Navarro. Para ello, la Junta de Gobierno aprobó ayer la declaración de las tres Zonas de Protección Acústica Especial, junto con las medidas correctoras que se deben poner en marcha para garantizar que se cumplen los niveles de ruido asumibles.

Entre las medidas que se pondrán en marcha está una red de medidores que permitirá conocer al momento los niveles de ruido de las calles del centro afectadas y, como novedades, se creará la figura del Mediador de Ocio y de un Cuerpo Específico de Policía de Ocio. El primero de ellos tendrá el cometido de intermediar en la solución de los conflictos que surjan derivados de la contaminación acústica y la aplicación del plan zonal y será un profesional del Colegio de Mediadores. Respecto a la Policía de Ocio, deberá prestar servicio en el plazo de 3 meses, con el objetivo de intensificar el control.