Las pedanías de Murcia serán las grandes beneficiadas de la actualización del valor del suelo del municipio que ha llevado a cabo el Catastro y que ´perjudicará´ a las viviendas de la ciudad y a los nuevos desarrollos de la zona norte. Así lo dieron a conocer ayer los técnicos de este organismo público dependiente del Ministerio de Hacienda, quienes mantuvieron una reunión con el concejal de Hacienda, Contratación y Movilidad Urbana, Eduardo Martínez-Oliva, así como con representantes del resto de grupos municipales del Ayuntamiento para informarles de la revisión que ha realizado el Ministerio del valor catastral de cerca de 400.000 inmuebles, ajustando los valores en torno al 50 por ciento del precio de mercado, lo que repercutirá en el recibo del IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles) que cobra el Consistorio.

La revisión de la ponencia catastral se debe hacer cada cinco años, aunque la de Murcia no se ha actualizado desde el año 2001, por lo que se está utilizando la misma desde hace 17 años, según indica a LA OPINIÓN Eduardo Martínez-Oliva.

El recibo del IBI se calcula en base a dos variables: el valor del suelo y el valor de la vivienda. De ahí que esta actualización vaya a tener una repercusión directa en el próximo cálculo que se deba hacer. Concretamente, este impuesto bajará en el caso de muchas pedanías, mientras que subirá para las viviendas de la ciudad y de los nuevos desarrollos urbanos de la zona norte (Churra, Juan de Borbón y Juan Carlos I).

El concejal de Hacienda recuerda que desde el año 2001, última vez que se actualizó la ponencia catastral del valor del suelo, «se han registrado muchas variaciones, ya que se disparó en el momento de la ´burbuja inmobiliaria´ y luego sufrió una importante caída».

Esta revisión ha dejado el valor catastral de todos los inmuebles del municipio en 21.400 millones de euros, 2.000 millones más que hace 17 años. En el caso de los bienes urbanos, la base liquidable se ha reducido en unos 1.600 y se sitúa en 17.900. Por el contrario, los rústicos pasan de 182 a entre 740 y 1.221, ya que el Consistorio debe decidir el coeficiente que les aplica a estos inmuebles, que antes solo se utilizaba en los urbanos.

15.000 fincas de urbanas a rústicas

Otro de los efectos inmediatos que tendrá la nueva ponencia catastral sobre los contribuyentes será que 15.000 fincas que hasta ahora tributaban como urbanas pasarán a estar consideradas rústicas, lo que reducirá el valor del recibo.

El concejal de Cambiemos Murcia Sergio Ramos asegura que «la falta de actualización desde 2001 provocaba que en barrios como La Paz y El Infante y en pedanías como Algezares y Espinardo se estuviera pagando más de lo que correspondía, puesto que el precio del suelo, que supone la mitad del recibo junto al valor de la construcción, descendió notablemente desde el estallido de la ´burbuja´ inmobiliaria». Por el contrario en zonas como Juan Carlos I, Juan de Borbón, en los desarrollos del norte del municipio y en los resort del Campo de Murcia el recibo ha estado muy por debajo de lo que corresponde, «provocándose un agravio comparativo». Ramos recuerda que fue precisamente Cambiemos Murcia quien presentó una moción en enero de 2016 pidiendo que se actualizara el valor del suelo.

Desde el PSOE el edil socialista Sebastián Peñaranda, ha agradecido esta revisión y exigido que se corrijan los actuales desequilibrios entre las distintas zonas del municipio. Además, ha aprovechado para solicitar ayudas para las familias con bajos recursos que no pueden pagar el IBI.

El concejal de Hacienda hace hincapié en que ahora el Pleno debe aprobar estas modificaciones y antes de que acabe el año el Ayuntamiento enviará notificaciones a todos los propietarios con el nuevo valor catastral y con el tipo impositivo establecido para el IBI, abriéndose un periodo de alegaciones. Martínez-Oliva explica que en los casos en los que aumente el recibo se hara una subida prograsiva del 10 por ciento cada año, actualizándose el total en diez años.