Vecinos de la calle Robles del barrio murciano del Infante Juan Manuel llevan desde hace meses conviviendo con pequeños roedores que han acudido a la zona del jardín atraídos por el fruto de las moreras que hay plantadas en el entorno, árboles que no han sido podados desde el pasado año, según indican los habitantes de la zona.

El estado que presentan estas moreras hace que estén cargadas de moras que van cayendo al suelo de forma constante, lo que supone un peligro para las personas que pasan caminando por la zona ante la posibilidad de sufrir una caída, a lo que se une la imagen que ofrecen tanto las aceras como los espacios de aparcamiento en superficie. Así lo explica a LA OPINIÓN María Botella, una de las vecinas del Infante afectada por la situación y quien asegura que «el problema de las ratas se está conviertiendo en una plaga, lo que ha hecho que elaboremos un escrito para presentarlo esta misma semana ante el Servicio Municipal de Salud del Ayuntamiento con el fin de que actúen de forma inmediata». Cuenta que «vemos a las ratas subir a los árboles, ya que utilizan las moras como fuente de alimento, e incluso están criando allí, llegando a entrar una de ellas en el piso de un vecino la semana pasada».

Desratización

DesratizaciónDesde el Servicio Municipal de Salud, dependiente de la Concejalía de Deportes y Salud del Consistorio murciano, explicaron ayer que ya se han tomado medidas ante esta situación y se ha procedido a aplicar un tratamiento desratizante para acabar con el problema de la zona. Fuentes municipales indican que les dieron aviso el pasado miércoles y que ya «lo han resuelto, tratando la superficie de la zona y el subsuelo» con los productos recomendados para ello.

No obstante, María Botella asegura que si no se resuelve el problema de la poda de las moreras no se podrá acabar con las ratas, ya que estos roedores acuden atraídos por el alimento que encuentran en los árboles. Esta vecina indica que «a pesar de que las moreras están situadas dentro del jardín, y por lo tanto son competencia de Parques y Jardines, caen a la calle que hay en la puerta de nuestras casas, una zona muy transitada entre el colegio Mariano Aroca y la Piscina del Infante». Además, hace hincapié en el hecho de que la calle está muy sucia y «los barrenderos no pueden limpiarla correctamente debido a que las moras maduras se pegan al suelo ocasionando graves molestias para las personas que la transitan y para los propios vecinos, que debemos incluso descalzarnos al entrar a la casa y hemos tenido que dejar de aparcar los coches debajo por la suciedad». Botella afirma que incluso una persona mayor resbaló hace unos días con las moras del suelo y se cayó, «provocando que otras personas mayores tengan miedo a pasar por la zona».

Los vecinos de esta zona del Infante han transmitido las quejas en numerosas ocasiones al pedáneo, Juanjo Izquierdo, «ya que llevan dos años sin podarase e incluso se han recogido firmas para solicitar la poda. Pero han pasado ya más de seis meses y no ha habido ninguna solución», indican, por lo que han recogido medio centenar de firmas que han presentado al Ayuntamiento para que se actúe.

Preguntado el Consistorio por la poda de estos árboles, que se suele realizar en el mes de octubre, indican que esta misma semana el Servicio de Parques y Jardines ha procedido a la limpieza de las aceras, «que han sido refaldeadas y ya no quedan moras». El concejal de Modernización de la Administración y Desarrollo Urbano, José Guillén, dio aviso ayer de forma inmediata al conocer el caso para que se actúe en esta zona de forma urgente. Guillén indicó a LA OPINIÓN que «todas las moreras del municipio se podan cada año, excepto las que hay en los jardines que están pensadas para que den sombra, por lo que se dejan crecer. Esta es la norma general, pero hay casos concretos, como es este, en los que se actúa deforma distinta por la excepcionalidad de la situación».