Las limpiadoras de los colegios públicos de Murcia se concentraron ayer frente al Ayuntamiento para rechazar el pliego de condiciones del nuevo contrato del servicio, que aumenta la carga de trabajo de manera «imposible de asumir» por la plantilla actual.

Dicen que el contrato que regirá a partir del 1 de agosto, lejos de solucionar los problemas con la actual concesionaria, Ferrovial, aumenta el número de espacios que deben limpiar y la frecuencia con que tienen que hacerlo, pero no las jornadas de los contratos, muchas de ellas parciales, ni la plantilla, lo que repercutirá en la calidad del servicio.

El concejal de Educación de Murcia, Rafael Gómez, hablaba con ellas y las instaba a reunirse con él para abordar sus demandas.