El fiscal ha pedido dos años de prisión e inhabilitación durante cuatro años para ejercer su profesión para cuatro médicos a los que acusa de un delito de homicidio por imprudencia por el trato que dieron a un paciente que, pese a su estado de gravedad, derivado de una infección, no ingresaron en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) por falta de camas.

Los acusados son, según se recoge en el escrito de acusación, el director médico de un hospital privado de Murcia, P.M., el cirujano A.A. y los médicos anestesistas K.H. y M.R. de los que se decide que con su forma de actuar "incrementaron de forma determinante las posibilidades de fallecimiento del paciente".

Para la acusación estatal, el enfermo, que tenía 64 años de edad cuando ocurrieron los hechos, en abril de 2012, debió haber sido ingresado en la UCI, y si el hospital donde había sido operado no contaba con una cama para ello, se debió hacer decidido su traslado a otro centro hospitalario.

El relato de hechos que recoge la fiscalía en su escrito de conclusiones provisionales señala que el enfermo, A.G., ingresó en el hospital el dos de abril de aquel año para someterse a una cirugía laparoscópica programada con objeto de serle extirpado un adenoma velloso de colon, durando la operación dos horas y media, llevándose a cbo la misma por el cirujano, A.A., y el anestesista M.R.

Al día siguiente tuvo que ser intervenido de nuevo, por shock hipovolémico, siendo su estado muy grave, y a lo largo de toda la noche y en la mañana siguiente desarrolló una hemorragia digestiva secundaria debido a una perforación en la unión entre el intestino delgado y el grueso.

La evolución en aquellos no fue positiva, con diversos episodios de hemorragias digestivas, hipotensión, taquicardia y, sobre todo, descenso grave y significativo de hematocritos, que requirió de numerosas transfusiones de plasma y hematíes, añade el fiscal.

"Esos síntomas -añade- hubieran requerido de ingreso en la UCI para diagnóstico y evolución e intervención quirúrgica más inmediata por parte del cirujano A.A., único medio para cortar la hemorragia masiva que se produjo".

Pese a ello, se decidió que continuara en la sala de reanimación por falta de camas en la citada unidad, produciéndose la muerte del paciente, por una hemorragia cerebral en el contexto de una sepsis y bajo número de plaquetas el once de mayo, en el hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, en el que finalmente había ingresado.

El ministerio público solicita para los acusados, además de las penas de prisión e inhabilitación durante cuatro años para el ejercicio de la Medicina, que indemnicen de forma conjunta y solidaria a cada uno de los dos hijos del fallecido con cien mil euros.

De esas cantidades -añade- serán responsables civiles directas las compañías aseguradoras de los acusados, y responsables civiles subsidiarias el centro médico donde se llevaron a cabo las actuaciones presuntamente constitutivas del homicidio imprudente y su compañía de seguros.

Los hijos, que ejercen la acusación particular, reclaman cuatro años de prisión, seis años de inhabilitación y novecientos mil euros de indemnización.