Escapó porque teme por su vida. De hecho, cree que el hermano del fallecido iría a matarle, a él o a alguien de su familia. Es lo que ha dicho a la Policía Mariano S. G., el hombre que se entregaba este martes por la mañana en Comisaría para hablar de qué pasó el Día del Bando de la Huerta por la noche, en el suceso que costó la vida a otro hombre. Él asegura que ni siquiera vio el crimen. La juez, no obstante, lo ha mandado a la cárcel de Sangonera, que es donde ingresan los reclusos que están en prisión provisional.

Mariano S. G., de 49 años de edad, acudía a dependencias policiales a primera hora de la mañana. Lo hacía en compañía de su abogado, Raúl Pardo-Geijo.

En su declaración, a la que ha tenido acceso LA OPINIÓN, el sospechoso explicó que, tras el crimen, se mudó de casa. Ni siquiera quiso decirle a la Policía dónde. Tiene miedo porque, según detalló, el hermano del muerto es un hombre con delitos de sangre a sus espaldas. Un hombre que, a su juicio, no tendría problemas en tomar represalias.

Según el relato de Mariano S. G., el Día del Bando por la tarde se juntaron tres familias en un jardín para pasar la jornada y que, sobre las ocho de la tarde, todo el mundo se recogió excepto él y un amigo suyo, de nombre Manuel.

Entonces, siempre según la declaración de este sospechoso, fueron a un bar que hay cerca de la Ciudad de la Justicia. En la calle Río Mula vieron un coche «que aparentemente les sonaba de algún conocido». Era de un tal Antonio, que en minutos se convertiría en la víctima del crimen.

Mariano S. G. admitió que los tres comenzaron a discutir y que él llegó a golpear a Antonio («un tortazo con la mano abierta», relató), pero que un vecino del barrio que presenciaba la escena le sacó de la discusión y le instó a marcharse. Cuando iba camino de su casa, su amigo Manuel lo alcanzó y le dijo: «Venga, vámonos. Vámonos, que nos matan».

Entonces, prosigue el sospechoso, se fueron a la casa de Manuel, y fue allí cuando éste le contó «que había pinchado» a Antonio «en la barriga», pero que «estaba vivo».

Fue al día siguiente cuando se enteró de que Antonio había muerto en el hospital,y de que su hermano era un delincuente que estaba amenazando con matar a los responsables. Por eso dice Mariano que huyó. Y lo hizo, con su familia, a la vecina provincia de Alicante, hasta ahora.

Mariano S. G. asegura que no vio a Manuel pinchar con la navaja a la víctima.

La Policía se centra ahora en el testigo del que habla Mariano, el que, según su declaración, lo sacó de la pelea cuando vio que daba un golpe a Antonio. Mariano sólo sabe de él que es un vecino del barrio, de unos 27 años y, según cree, de etnia gitana. Este hombre sería el mismo, indican fuentes próximas al caso, que habría llevado a la víctima al hospital donde finalmente murió.

Del caso se hace cargo el Grupo de Homicidios de la Policía Nacional. Tras declarar ante ellos, Mariano S. G. pasó a disposición judicial El Juzgado de Instrucción Número 3 de Murcia, en funciones de guardia, acordó su ingreso en prisión provisional.