La mujer asesinada en Murcia ayer presuntamente a manos de su pareja había contado a los responsables de Cruz Roja, de cuyo programa de refugiados formaba parte, que sufría "violencia verbal" por parte de su esposo, contaron hoy portavoces de la asociación momentos antes del minuto de silencio que tuvo lugar en una de las puertas del Palacio de San Esteban.

De hecho, El presunto asesino de Doris fue mandado a Gerona cuando ella dijo que quería separarse. Allí estaba en un piso de acogida. Cruz Roja sabía que había dejado este piso, pero no tenía conocimiento de que el hombre había vuelto a Murcia. Y volvió un día después de que la víctima acudiese a las dependencias del Equipo Municipal de Atención a la Violencia de Género (EMAVI) del Ayuntamiento de Murcia. Quería información sobre cómo comenzar un proceso de divorcio.

Proceso que no llegó a empezar nunca. Tan sólo un día después, Doris moría desangrada en uno de los patios de su edificio, en la calle Puerta de Orihuela, perteneciente a la barriada de La Fama. Allí apenas la conocían los vecinos, porque llevaba muy poco tiempo. Sí la habían visto salir y entrar o llevar el carricoche de su nieto, de pocas meses.

El cuerpo de la mujer está en el Instituto de Medicina Legal. A la espera de los resultados oficiales de la autopsia, fuentes próximas explicaron que habría muerto desangrada, tras recibir numerosas cuchilladas, y que su asesino se ensañó con ella.

Doris, natural de Buenaventura (Colombia), era activista. En concreto, una defensora de los Derechos Humanos. Daba conferencias para contar su caso (fue amenazada de muerte cuando se negó a abandonar sus tierras en su país natal), una de ellas en Talavera el pasado mes de diciembre. Asimismo, formaba parte de la denominada Conpaz (Consolidación de la Paz Comunidades en los Territorios).

Por otro lado, la Comunidad está gestionando quién asume la tutela del hijo pequeño de la mujer asesinada ayer, presuntamente a manos de su marido, en Murcia, indicaron también desde Cruz Roja.

Los tres descendientes de Doris pasaron la noche de ayer con miembros de Cruz Roja en un piso de alquiler de la capital murciana.

Aunque el 112 indicó que la hija mayor tenía 25 años, Cruz Roja precisa que tiene 20. Asimismo, la fallecida tenía otra hija de 18 años y un varón de 15. El bebé que estaba ayer en el inmueble es, según Cruz Roja, el nieto de Doris y no su hijo.

La mujer, de 39 años, llegó a tener otros dos hijos, que murieron asesinados.