El hombre de 46 años y origen colombiano detenido esta tarde en Murcia como sospechoso de un crimen machista, y la víctima, de 39 años, formaban parte del programa de Refugiados que desarrolla Cruz Roja en la Región de Murcia, según ha confirmado la propia institución en una nota a los medios.

En España, desde hace más de treinta años, Cruz Roja Española desarrolla un Programa de Atención a Solicitantes de Asilo y Refugiados. Este programa, además de facilitar alojamiento, manutención y cobertura de necesidades básicas, contempla una intervención integral a través de otros servicios imprescindibles: Intervención Social, Atención Psicológica, Asesoría Legal, Empleo y Ayuda Económicas. Su objetivo es la integración en nuestra sociedad de las personas beneficiarias de Protección Internacional y de sus familias, según explica la entidad en la web del programa Redfugiados.

La mujer, según fuentes cercanas, quería divorciarse. Un extremo que confirmaba la propia edil de Derechos Sociales de Murcia, Conchita Ruiz. Contó que la mujer fue ayer mismo a las dependencias del Equipo Municipal de Atención a la Violencia de Género (EMAVI) del Ayuntamiento de Murcia "orientada y acompañada por una profesional de Cruz Roja" solicitando información sobre el divorcio.

"En ningún momento planteó o manifestó ser víctima de malos tratos o de violencia de género", dijo la edil. Así pues, el EMAVI le proporcionó, como se hace en estos casos, información y asesoramiento sobre el divorcio.

El suceso ocurría en la calle Puerta de Orihuela de la capital murciana. El sospechoso escapó de la casa y ha sido localizado por la Policía en una gasolinera de la avenida Primero de Mayo. Todas las patrullas de la Policía Nacional se movilizaron al tener conocimiento del suceso. El despliegue se saldó con el arresto del hombre.

El arma del crimen machista fue hallada en el domicilio en el que se produjeron los hechos. El Centro de Coordinación de Emergencias ha recibido siete llamadas alertando de que una mujer había sido apuñalada en un episodio de violencia de género. Precisamente, fue un vecino el que encontró a la mujer, aún con vida, pero agonizante; y es que el crimen tuvo lugar en una de las zonas comunes del inmueble, donde quedó un enorme charco de sangre.