La iluminación de algunos de los edificios emblemáticos de Murcia se apagará durante una hora en la noche de este sábado como una muestra simbólica de la lucha contra el cambio climático. De esta forma, la capital de la Región vuelve a unirse a la iniciativa 'La hora del planeta', que desde 2007 lleva impulsando la organización naturalista WWF (siglas en inglés de World Wildlife Fund, que en español significa Fondo Mundial para la Naturaleza) en más de 7.000 ciudades de todo el mundo.

El apagón mundial se llevará cabo desde las 20.30 hasta las 21.30 horas. El Consistorio de Murcia ha señalado que, como forma de mostrar "el compromiso del municipio", se apagará la luz de los siguientes edificios: la Catedral, el Palacio Episcopal, el edificio anexo al Ayuntamiento ('El Moneo'), el Puente Viejo, la escultura de la Sardina en el cauce del río Segura y la Pasarela Manterola, así como las iglesias del Carmen, Santo Domingo y San Juan de Dios, además del Convento de Las Claras.

El lema de este año es ´Conéctate y apaga la luz'. Desde el Ayuntamiento animan "a los vecinos de todo el mundo a que contribuyan desde sus hogares y se sumen apagando las luces".

No es la primera vez que edificios como la Catedral de la capital del Segura permanecen a oscuras por el cambio climático. La Concejalía de Infraestructuras, Obras y Servicios Públicos y la de Urbanismo, Huerta y Medio Ambiente llevan varios años adheriéndose a este iniciativa. La última ocasión tuvo lugar el pasado 27 de marzo de 2017.

Así, Murcia vuelve a participar en "la mayor iniciativa mundial en defensa del medio ambiente y que pretende volver a movilizar a más 7.000 ciudades del mundo para demostrar el apoyo global a la acción contra el cambio climático apagando las luces de sus principales edificios y monumentos", según añadieron desde el Ayuntamiento en una nota de prensa.

El gesto comenzó en 2007 en Sídney

Esta campaña se llevó a cabo por primera vez en la ciudad australiana de Sídney, en el año 2007. Desd entonces se han ido sumando localidades, compañías y ayuntamientos de todos los rincones del planeta. ¿El objetivo? "Exigir a los gobiernos de todo el mundo cambios políticos en materia energética", como así aseguran desde WWF.

En el año pasado participaron miles de ciudades y miles de compañías procedentes de 187 países y se llegaron a apagar 12.000 monumentos, según los datos apuntados por la organización.