Andrés, víctima del 'caso 609', se pronuncia tras la puesta en libertad de Hristo, su agresor. Estas son sus palabras:

"Hoy para mí es un día difícil, pero más aún para mi familia, cuando hemos recibido la noticia de que la persona principal responsable de intentar matarme salía en libertad bajo fianza de 10000 euros (el precio ridículo que vale una vida, mi vida).

Una noticia así es es lo que menos puede ayudar a mi recuperación. Mi vida desde aquel 11 de diciembre de 2016 es diferente, y lo será el resto de mis días, como consecuencia de todas las secuelas que tengo. Salvé la vida, pero a cambio de unas secuelas gravísimas de por vida (pérdida de gusto, de olfato, movilidad, problemas neurológicos, pérdida de memoria, cicatrices y bastantes cosas más). Y el principal responsable está en la calle después de solo 15 meses privados de libertad, haciendo vida normal con su mujer y sus hijos, a los que podrá volver a sentir, tocar, oler, mientras que yo he tenido que instalar un detector de gas para proteger a Triana (mi hija) y a Zaira (mi pareja) por mi falta de olfato.

Por cierto, resulta sorprendente que en menos de 24 horas Hristo haya conseguido 10.000 euros y 'el arrepentido' pretenda reparar el daño producido con 50 euros al mes (seguro que su familia paga más por la factura telefónica).

Indignante y vergonzoso. Además, ahora tengo la sensación de intranquilidad de pensar que cualquier día, cualquier hora, en cualquier sitio que vaya con mi familia, me cruzaré con el hombre que me cambió la vida y me dejó en coma y con secuelas que sufriré y tendré que sufrir de por vida. Intranquilidad a la que se añade la más que probable fuga a su país para eludir un futuro ingreso en prisión. Esos nervios, esa intranquilidad que apenas me dejaban dormir antes, son ahora una realidad.

Esperemos que se pueda celebrar el juicio pronto y todos paguen por lo que me han hecho.

No soy yo, soy alguien diferente, no reconozco ahora al Andres trabajador, familiar, cercano y divertido que era antes de aquel 11 de diciembre".