El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Murcia, Antonio Navarro Corchón, asegura «no entender» la denuncia de la Asociación de Pubs de la Región ante la ordenanza del Consistorio que obliga a cerrar a partir de medianoche los establecimientos y pubs situados en edificios en calles cuya anchura sea inferior a 7 metros, una norma que «se tiene que destinar a su cumplimiento, ya que siempre ha estado ahí».

Esta respuesta viene a raíz de las declaraciones que hizo esta semana Pedro Martínez, presidente de la Asociación de Pubs de la Región de Murcia, denunciando que «el principal problema para los pubs en estas Navidades» sería esta ordenanza del año 2000, «que recogía un pequeño párrafo que obligaría a los locales situados en calles estrechas a quitar la música a partir de la medianoche», lo que en la práctica se traduce en el cierre de este tipo de bares. En este sentido, Martínez lamentó que el párrafo no se había aplicado en 17 años y ahora iba a ser puesto en vigor «por una interpretación» del Consistorio, lo que afectaría a unos 37 establecimientos del centro de la ciudad, más del 50 por ciento si se tiene en cuenta que existen un total de 67 pubs.

El presidente de la asociación señalaba también que, entre los pubs afectados por la ley, unos se arriesgaban a abrir y otros no, con la incertidumbre de si serían multados con hasta 30.000 euros.

Al respecto, Navarro Corchón aclara que cuando se produce una denuncia por ruidos hacia viviendas en este tipo de calles, «se realizan las mediciones correspondientes y, por supuesto, se tramitan los respectivos expedientes».