«En este CIE hay exiliados políticos. Rifeños libertad», se podía leer en uno de los carteles de la concentración realizada este sábado al mediodía a las puertas del Centro de Internamiento para Extranjeros de Sangonera, y convocada por distintas asociaciones. Las protestas que desde hace meses sacuden la región del Rif, en el norte de Marruecos, han llevado a la cárcel a más de un centenar de activistas de la zona.

Asociaciones humanitarias insisten en pedir la dimisión del actual delegado del Gobierno, Francisco Bernabé, «por el discurso de rechazo, hostilidad y miedo en torno a los refugiados e inmigrantes que mantuvo ante la llegada de pateras a las costas de la Región».

Lo hacen con motivo del Día Internacional del Migrante, "reivindicando la hospitalidad, el derecho a acoger con dignidad y respeto a los derechos humanos", informa Convivir sin Racismo en un comunicado.

Los concentrados dejaron claro que "ningún ser humano es ilegal", aunque no tenga la documentación en regla para entrar en Europa desde África.

"Ni nuevos ni renovados, CIEs cerrados", dejaban claro desde Izquierda Unida en la Región. Varios de sus dirigentes y simpatizantes se acercaron a la protesta en Sangonera.

Estas instalaciones han sido escenario recientemente (y también lo fueron el mes pasado) de motines en los que se escaparon internos y varias personas resultaron heridas. El mes pasado, una de las revueltas se saldó con 26 inmigrantes fugados. Muchos de ellos huyeron armados con cuchillos que habían cogido de la cocina.

Tal y como insisten en recordar los colectivos que velan por los derechos de los extranjeros, las personas que son internadas en el CIE no han cometido delito alguno. Únicamente, han entrado 'sin papeles' a España.