El evento, celebrado en el campus de Los Jerónimos, tuvo como objetivo concienciar sobre la problemática del bullying en las aulas y sobre la importancia de impartir en las clases inteligencia emocional. Carlos Hué aseguró que existe un «triángulo principal» en el que participa el agresor, la víctima y el espectador. «El agresor suele ser un niño que necesita compensar su falta de autoestima y lo eligen como líder del grupo. La primera fase del bullying es ignorar a la víctima, apartarlo de clase y que el resto de compañeros (espectadores), le siga. Después se procede a los insultos, grabaciones con el móvil e incluso puede terminar en agresiones físicas». El ponente incidió en que para poder acabar con ello hay que enseñarles a los jóvenes a que no se acobarden frente al agresor, es decir, si el agresor se queda sin nadie que le siga dejará en paz a sus víctimas. «Los espectadores son la llave de la detención del bullying», aseguró.

También intervino en las jornadas la psicóloga Ana Peinado, quién impartió la conferencia 'El Arco Iris de la Educación Emocional'. En ella disertó sobre cómo introducir la inteligencia emocional en las aulas, y señaló como ventajas al respecto una mayor autoestima de los niños, mejor calificación escolar, en definitiva, «obtenemos niños más felices».