Hablar de tradición belenista en Murcia es hablar de Belenes Murcia SL-Jesús Griñán, un negocio que vio la luz hace 34 años de la mano del artesano Jesús Griñán, que junto a su mujer, Francisca Zamora, y sus hijos se encargó de dejar su sello en unas obras de sobra conocidas tanto en España como en el extranjero. Son muchas las exposiciones realizadas por la empresa en países como Bélgica, París, Japón y Estados Unidos, pero también en Noruega, un lugar en el que será protagonista por segundo año consecutivo.

Manuel, José y María Jesús, los encargados de heredar de su padre la pasión por este antiguo oficio, volverán a desplazarse a Drammen, una ciudad de más de 60.000 habitantes que se localiza en la llamada tierra de Papá Noel. Su estancia comenzará el próximo 29 de noviembre y concluirá el 4 de diciembre, un día después de la inauguración en la iglesia de Bragernes de su belén de 50 metros cuadrados, integrado por más de 300 piezas. Un belén ´made in Puente Tocinos´, como señala Manuel Griñán, que después del éxito del año pasado volverá a exponerse para deleite de los habitantes noruegos que tan cálida acogida le brindaron.

A la extensa lista de atractivos que ya de por sí presentaba esta obra maestra, hay que sumar las dos principales novedades que se podrán contemplar este mismo año. Una de ellas es la inclusión de una colección de veinte pastores acompañados por sus hijos, que representan una de las escenas que no pueden faltar, relacionada con la proclamación en la época de un edicto por el que tenían que ser censados. Se trata de una serie de figuras, de veinte centímetros de altura y de estilo hebreo.

El belén que se expondrá en esta ocasión en Drammen muestra, asimismo, una reproducción de la popular fuente del Santo Hallvard, de origen noruego con culto en la iglesia católica y al que una interesante leyenda vinculada con su muerte le convirtió en nombre propio de un verdadero milagro.

Los artífices de este espectacular belén son Manuel, que se encarga de la decoración y los vestidos de las figuras; su hermano José, que lleva a cabo las funciones de vaciado y diseño; y su hermana María Jesús, que se ocupa de la policromía de las distintas piezas. Todos ellos dejan su sello inconfundible bajo la atenta mirada de su padre, Jesús Griñán, un maestro que desde que inició su etapa de aprendiz en el año 1952 no ha dejado de acaparar elogios.

«Seguimos la misma tradición a la hora de elaborar las piezas y no hemos llevado a cabo ningún cambio en las técnicas. Queremos adaptarnos a la idea de los clientes y por eso les escuchamos mucho para poder plasmar lo que quiere. Como siempre digo, nos gusta hacer realidad las ilusiones», apunta Manuel Griñán, que junto a sus hermanos aguarda con enorme ilusión el acto de inauguración del próximo 3 de diciembre. Ese día abrirá sus puertas al público un belén que, además del Nacimiento, descubre pasajes como el de la huida a Egipto o la tradicional imagen de los Reyes Magos rumbo a Belén a lomos de sus camellos, entre otros muchos.