La Junta de Hacendados de la Huerta de Murcia ha convocado para el próximo lunes día 20 de noviembre una concentración a las puertas de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) para reclamar "soluciones a la sequía que estamos sufriendo", y que ha provocado que el organismo de cuenca prohíba el riego en la huerta hasta finales de año.

En la actualidad hay censados 22.000 agricultores en huerta murciana que cultivan unas 80.000 tahúllas, de las cuales alrededor de 30.000 son de hortalizas. La decisión de la Junta de Gobierno de la CHS de cerrar las acequias y prohibir el riego desde el 1 de noviembre ha pillado desprevenidos a los agricultores, que habían plantado sus parcelas sin pensar en este corte de suministro durante ese tiempo.

"Nos movilizamos porque nos lo han pedido nuestros huertanos, y entre otras cuestiones, exigimos que se pongan en marcha toda la batería de pozos de sequía que quedan sin explotar en la vega Media", explican fuentes de la Junta. Se refieren a una treintena de batería de pozos que están diseminados por el perímetro de riego de huerta.

"Entendemos la que hay una sequía muy grave y que lo prioritario es el abastecimiento, pero aunque cierren los pantanos, con los caudales de los pozos y con las emanaciones del subálveo del río podríamos sacar adelante lo que ya está plantado», ha defendido el presidente de la Junta, Diego Frutos.

La medida del cierre de las acequias fue tomada por 16 votos en contra y 17 a favor (con el voto de calidad del presidente de la CHS) durante la Junta de Gobierno celebrada a finales de octubre. Se acordó que por el Segura solo circularía el caudal ecológico. En aquella reunión el presidente de la CHS Miguel Ángel Ródenas contó con el respaldo de funcionarios, la Mancomunidad de Canales del Taibilla, el Gobierno de Castilla-La Mancha -pese a que la restricción deja sin recursos hídricos al riego tradicional en Hellín-y el de Andalucía.

Ródenas justificó entonoces la decisión, en el hecho de que «ahorra» el agua para la cuenca, para que la agricultura sí cuente con la suficiente en primavera y verano, cuando más se necesita en el campo y en el consumo urbano; «aprovechando que durante el periodo invernal se produce una reducción en las necesidades de agua para regadío».

La propuesta logró unir en su voto en contra al propio vicepresidente de la junta de gobierno de la CHS y representante del Gobierno Regional de Murcia, el consejero de Agua y Agricultur, el alcalde del Ayuntamiento de Murcia (PP ) -en representación de los municipios-; y el Gobierno Valenciano (PSOE-Compromís), además de todos los vocales de los juzgados de Agua tradicional de la Vega Alta, Media y Baja, y del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura.

Una medida extraordinaria, ya que en anteriores periodos de sequía la decisión siempre había sido reducir al mínimo el caudal que pasa por el río, realizar un seguimiento al día de la situación, y en función de esos recursos intentar distribuir por el sistema de riego en tandas, más o menos espaciadas en el tiempo. Pero nunca echar los tablachos.